Deja que suelte la palabra, que labre el pensamiento en un caudal de lectura e inspiración, la suerte de tener el mecanismo que elabora el tejido literario para disfrute del pensamiento activo. Soñar y contar los sueños, vivir y contar la vida desde la observación y las perspectivas. Es la melodía de la lectura quien lleva en volandas la suerte del encuentro. la filosofía de una vida buscando la plenitud a través de jugar con las letras y los mensajes encriptados que desvelan belleza literaria

sábado, 19 de noviembre de 2022

HOY YO VI, QUE LLOVIO...


Tal vez en una de aquellas gotas que cayeron al suelo, iba mi nostalgia y mi demanda, yo suelo ser solidario con el campo miro la expresión de su belleza invernal y detecto, si el sol mete más energía que el equilibrio de su esplendor, luego pienso que tal vez, en esa compensación de la vida con el astro rey, se vaya y añoren tantos misterios que me enredo en el pensamiento, para abstraerme de mis causas justas. Efectivamente llovió, y me alegre por la hierba, sé que estaba sedienta, que las noches de lágrimas y condensaciones no llegaban a tallar la voracidad de un sol que entona y saca pecho a todas las plantas. Vivir en el paraíso tiene delirios de belleza, se confunde la primavera con el otoño y el invierno. El verano es cosa del sol constante, con la suerte de un rocío esporádico, aparecen miles de insectos que reivindican huelgas de naturaleza, es una explosión sin control de repente todos se manifiestan con una algarabía, digna del final de una guerra, o de un aterrizaje espléndido en la luna del siglo 19. Pero como puedo hacer lectura del misterio natural, como puedo interpretar los ciclos si la vida es un misterio constante enaltecido por este recital de abundancia de soles y gotas asociadas en rocío, que escapan buscando fecundar vidas en territorios de luz perennes. Detrás de las nubes bajas, se esconde el verde de mis sueños, me consuela su ternura vital, es un cuento que no termina mientras las aves, zarandean columpiando aleteos sin compás. Llovió y fui victima de mi nostalgia, el invierno de mis pensamientos, sacude plumas de inspiración de un alma poseída por el don de la sensibilidad mas inadvertida.  Miro a través de la ventana de mi hogar las nubes altas, se toman un respiro del trabajo, para jugar con el cielo azul de las alturas. Caprichos aéreos y gaseosos, tal vez. Todo es belleza serena, bondad de un Dios omnipotente.


domingo, 16 de octubre de 2022

DE LA PEPINA A GUANARTEME

 

Como debe ser la iniciativa en un chiquillo, con apenas trece años, para buscar sus raíces, o su familia. Para tomar la decisión heroica de cruzar media isla para buscar a sus tíos. Estas secuencias del cuento, vienen a explicar en el futuro las causas por que los hombres no tienen miedo, ni límites geográficos, la aventura de una imaginación avalada por cruzadas o destierros. Juan Morales “Junior”, el hijo mayor de la tía Carmen, hermana de Benita, ya contaba con antecedentes de olfateador de caminos, de cazador nato, de aventurero sin reparos, ni espacios. Casi un año después de que la tía Benita se casó con Miguel Ramirez, le dijo a su madre, que un día iba a visitar a la tía a Guanarteme. Obviamente, no tenía ni idea de donde estaba, ni su dirección para localizarla, aunque Juanillo aprendió el dicho -preguntando se llega a Roma-

Siempre fue atrevido, nunca paraba en la casa, desde que salía el sol, hasta que se ponía -andaba de la seca a la Meca- Sin mayor freno que el de su propia intuición, un día aparecía con dos o tres conejos para comer, otro día con alguna gallina extraviada que se cruzó en el camino. Frutas, almendras o castañas, era un buscavidas extraordinario, con él, nadie pasaba hambre ni necesidad, pues andaba rápido a la caza.

Aquella mañana salió temprano y tiró Lomo Peña abajo, hacia la matanza, recuerda haber ido pequeñito, cierta vez, con su madre al mercado de Piedra de Vegueta. A llevar unas cestas de juncos que trabaja Carmen artesanalmente y que llevaba a un señor en Las palmas, El tomó nota del camino mental y pronto estuvo en la cuesta Ramón. Donde con unos ahorrillos se subió a un “Pirata” que le soltó en Las Palmas, allí fue preguntando a todo el mundo, donde estaba Guanarteme y avanzó, como un perro perdiguero en el trigal, cuando vió el muelle de la Luz, y fincas unidas y los arenales comenzó a entender que la capital era grande y que había que aligerar el paso

Ya en Guanarteme, preguntó, preguntó y se hartó de preguntar, desde las canteras a la Cicer, de la Cicer a Chile y cuando el tiempo se agota y los recursos no acuden, apareció la mano de Dios, para guiarle un poco, unos pescadores de la Cicer, les dijo que la zona del Pilar, habían llegado vecinos nuevos, porque había casas de alquiler para trabajadores de carreteras y allí llegó con la esperanza bajo el brazo y las alpargatillas gastadas de dar rueda. La tía Benita cuando lo vio, suspiro con un Juanillo… Tía Benita, llevo todo el día buscándola, a donde diablo se vino a vivir, tan lejos. Benita incrédula cobijó a su sobrino y se acordó de su hermana, que estaría dando gritos por el barranco llamándole, aunque con las primeras ausencias largas, extendía que volvería tarde.

Por supuesto espero que llegara Miguel y lo enviaron de nuevo hasta el Teatro a coger los piratas para Telde. El resto lo imaginan, Juan había descubierto américa aquel día, viajaba tan entusiasmado hablando con todo el mundo que aquella noche llegó tarde a la Pepina, después de andar barranco de Telde arriba, La tía Carmen con la palmatoria en la mano, daba vueltas y cogía el farol y caminaba por las veredas con la esperanza de sentir el rastro de la figura y en algunos de aquellos rezos de soledad, escuchó la trapisonda de Juanillo que volvía de hacer las Américas entusiasmado por todas las experiencias vividas en un solo día. Tu padre te va a matar, desgraciado, que me vas a quitar del mundo, y empezó hablar y hablar y a reír y Juan Morales el viejo, comenzó a sentirse orgullo de su raza perdiguera.


sábado, 15 de octubre de 2022

LOS SUEÑOS SON UNA REALIDAD ETEREA

Miguel Ramirez, cuando joven viajó, aunque solo fuera a la guerra, el salió de su espacio geográfico, se embarcó, conoció la grandeza del mar y en su corazón aquella inmensidad tan azul, era un misterio sin estudios, en una juventud condicionada y aislada de descubrimiento era un reto a su vida futura, si el destino tenía esta expresión para enseñarle la vida, el mundo debía seguir girando, pues somos pura evolución del momento que nos toca vivir. Cuando volvió de la guerra, seguía en un sueño profundo, en unas circunstancias que el solo era un intérprete, que debía tomar riendas de la experiencia, pues su vida iba a cambiar para siempre, aferrada a sus mañas y experiencias.

Miguel nunca perdió la fe, ni la pasión, ni la ilusión, ni los sueños. Su padre Antonio Ramirez “el Sajorín”, le inculcó la pasión y el sueño como bienestar interno del pensamiento, como anhelo de encontrar un camino correcto con la habilidad que otorgaba el conocimiento y la intuición. Y aquella intuición era pura inteligencia al servicio de la necesidad. Había comprado unos zapatos preciosos de charol negro en Calzados Quesada - Triana, para una futura y posible boda, y en el intento de acomodarlos al pie, entendiendo que no era tarea fácil. Sufría dolores de estrecheces. Entonces fue cuando se le ocurrió el préstamo con lo del noviazgo de su hermano Antonio con Carmela. Ya lo cuento más adelante en otras secuencias de los recuerdos, para no repetir cuentos contados por la tía nieves, detallista en los momentos pasajeros.

La boda se iba a resolver el próximo domingo, Miguel había hablado con su hermana, Maria la Monja, Sor Maria Ramirez había hablado con el cura de San Roque, de cuyo conocimiento no tengo memoria, aunque evidentemente existió. Acordaron la boda como un acto de fe por amor, entre uno de tantos sacramentos brindados por dios. Y allí acudieron aquella tarde. Benita con su hermana Carmen y los chiquillos chicos Juan y Carmen, su hermano Domingo y su padre Manuel Suarez. María Pérez, su madre, estaba con una de aquellas crisis de memoria que no se hacía responsable, bajaron el camino de la pepina, y acordaron verse en la degollada los Picos, en graciarui, el punto más cercano para acompañarse entre risas y buenaventuras. Miguel miraba de reojo la belleza de Benita, Hermosa, lozana e integra. Que mujer más valiente, pues su vida soltera había sido puro amor servicial y familiar, con una responsabilidad personal que la elevaba a los soles.

LA PEDIDA DE MANO


Las fases del destino, aunque muchos dicen que es imprevisible, otros tantos afirman que está marcado. Escrito, asignado por la mano del todopoderoso. A tantos otros estas consideraciones nos conducen al plano del pensamiento de la humanidad, como una sabiduría de hechos y contrastes históricos. El encuentro deseado de los abuelos, cuando volvió de la guerra, Miguel. Era uno de esos escritos de la biblia de los hombres que creen en el amor y en la plenitud de sus anhelos y que encuentran a su media naranja, aunque tengan que recorrer medio mundo para alcanzar el objetivo, aunque tengan que sobrevivir a una guerra de tres años y veintiún días por amor. Aunque tenga que mantener su palabra delante del pelotón de fusilamiento de los sueños.

domingo, 9 de octubre de 2022

EL REENCUENTRO QUE SABE A PASION

 

Lo volveré a comentar en estas memorias del sueño, en estas hebras de la vida de mis abuelos, ubicarse en aquel tiempo triste, desangelado, pobre, hambruna de una vida dura en cada despertar, por que el sueño era el único regalo del día y de la noche. El sueño de los pobres era el regalo de Dios, el equilibrio de la supervivencia, cuando el hambre dormía, la belleza de la sensación sacaba los pinceles del deseo para pintar en los cuadros de la imaginación, siendo todos pedacitos de ternura de sueños.

Benita Suarez, aquella mañana se levantó temprano, hizo el apego de su virtud, razonando su existencia, sus padres, sus hermanos, aunque domingo el más pequeño, que nunca quiso largarse a cuba y se quedó con las decadencias del macho que guía la vida y las tradiciones de sus hermanas, Carmen, Jesús, Benita. En aquel escenario al que nuestra imaginación nunca podrá llegar, por el desconcierto, sin embargo, la emoción del cuento -medio real- ayuda al entendimiento como extra de otra virtud, la de la imaginación de los aconteceres contados, por unos y otros.

Bajar a la Pepina, al pozo a por agua. Aunque los tiempos eran cálidos, la traída del agua era “el pan nuestro de cada tercer día” Con los cacharros en la cabeza con ruedo, la vida era lenta y permisible, era primaria y necesaria, un apéndice de apenas deseos prohibidos, es verdad que se conocían las flores silvestres, sus nombres, sus aromas, su esencia. Las medicinales, su textura, sus ramas, sus sabores, sus remedios, el cobijo de su existencia rural, era la escuela de la vida, del día a día, los lagartos un reptil que mantuvo su supervivencia, gracias al asco que les produce a los humanos, ahí cogiendo sol de regalo y comiendo tanta abundancia para su reproducción, que nadie osó erradicarlos, porque eran animales de dios.

Benita suspiró, miró al mar y pensó en sus mandados, creyó que el día estaba próximo. Y supuso por intuición femenina, que Miguel por su naturaleza ávida es capaz de sorprenderme. Ya sabía, ya, que el desenlace de las contiendas bélicas estaba liquidado por las noticias que corría como la pólvora, que él sobrevivió y que tan solo la palabra de un hombre cuando ama a una mujer es capaz de iluminar las estrellas en los días oscuros. Lo otro, es naturaleza de Dios.

El camino del pozo, siempre supuso en las reflexiones de los andantes, el pasillo del pensamiento. Los arrieros a sus labores, los labradores a sus tierras, los jornaleros a sus precarios trabajos, los aires a sus caricias, la luz a su oscuridad. Entonces adivinó en el rancho que andaba por el camino de la umbría que el sol iluminaba diferente, su corazón palpitó como un Vals de las mariposas, de repente agilizó su andar, intentó controlar sus palpitaciones y sonrió hacia sus adentros. Benita tenía la virtud cultivada de controlar sus emociones, ni frío, ni calor, ni oscuro, ni claro. Y lo más imponente de esta mujer lo adivinó su nieto 60 años después -este que suscribe- Los trapos sucios le sacaba resplandor en casa, ni las moscas se enteraban de su elegancia maternal y marital. Que grande esta abuela, por Dios. Hoy, ahora mientras escribo estas memorias inventadas, miro a la pared de mi casa y ella a través de una foto enmarcada en su honor, una foto robada, me sonríe con la discreción de la Gioconda.

sábado, 8 de octubre de 2022

EL AMOR SABE ESPERAR


Probablemente ese consuelo, es mirar al mar o al cielo buscando respuestas, por que han de venir de ahí. Benita llevaba días impaciente, con un anhelo especial en realidad conocía aquella frecuencia eran las palpitaciones del amor. La gente hablaba de que la guerra había terminado, que había ganado el bando de un tal Franco. Que hubo muchas bajas, eran noticias tristes cuando la ausencia de noticias no hablaba de la suerte de algunos vecinos, pero nadie tenía claro lo sucedido, había demasiadas preguntas sin respuestas, necesidades sin reparo, hambres sin sustentos. La vida era muy dura, pero los rayos de la luz destellaban con un calor especial, habían pasado tres años y veintidós días desde que Miguel la dejó con el ajuar en el cajón, con los sueños rotos.

Con la mirada ausente y regocijo en el alma era el único aliento en la esperanza. Volveré por ti, recordaba cuando se lo prometió. Y nos casaremos y tendremos una linda familia. Las promesas son deudas lo sabía bien Miguel Ramirez, la palabra es sagrada se la infundo su padre, el amor cuando es verdadero es milagroso se le recordó su madre Rosita, ellos -sus padres- murieron jóvenes, pero le seguían acompañando cada día en su corazón en sus actos, en la desesperación escuchaba sus consejos, en la tristeza su consuelo. Miguel aprendió el arte de servir, la habilidad de cocinar en la guerra, de atender las demandas de una camarilla de oficiales al servicio del poder militar, lo único que tenía que hacer era servir y cumplir.

Se había ganado el aprecio del mando, Miguel el canario le decían, tenía habilidad para obtener aprecios, su nobleza manifiesta, humildad y respeto le empujaban por el camino sensato. Pronto llegó la absoluta, el júbilo, la fiesta del regreso. La última carta que le envió a Benita debía andar en mulas Higuera canaria arriba, cargada de sueños y condiciones. Era la última carta de la maldita guerra, solo se leían buenos presagios y voluntades, pronto volveremos Tesoro. Y solo Dios sabe que es así. Aquellas cartas se escribían en tercera persona, a sabiendas de que no las iba a leer Benita porque no sabía leer, y los sentimientos se contenían en el pensamiento y los deseos se adivinaban, en el alma, aunque ella había acudido a la primera escuela en la Gavia, en la Casa de Manuel Cruz. Con una de aquellas maestras que hoy nadie recuerda, donde acudieron muchos abuelos ya desaparecidos hace años.

El movimiento por los caminos del barrio se había acelerado por el momento, las noticias corrían de boca a oreja, como los chismes, que poco se cultivaban por falta de ética moral, los más viajeros llevaban y traían noticias de supuestas actividades acaecidas, los más valientes, se acercaban al ayuntamiento o al cuartelillo de la guardia civil, para informarse de la última hora del regreso de los salvados de la contienda.

Miguel tuvo tiempo de despedirse de los mandos, de prometerse suerte en la vida y recomendaciones de estado, de la fiabilidad que le había otorgado el servicio a la patria, que ahora se llamaba la nueva España la del generalísimo Franco, el salvador de la patria y la república libre soñada por otros. Porque los pobres solo quería el pan y alpargatas y muchos acabaron partiéndose la cara por la ambición del valiente, pero eso ya no importaba, ahora solo valía volver a Canarias, reconstruir su vida, fundar una familia, era el sueño en su mejor perspectiva. Se acabó el odio y los disparos, aunque la otra guerra la de la reconstrucción de un país, iba a ser dura y trabajosa. Con la ayuda del amor de Dios.


AMOR DE TIOS ABUELOS.



María fue junto antonio los hermanos mayores, ellos cuidaban a Isabel y al pequeño Miguel -mi abuelo- esa necesidad de protección, los llevó a lidiar con amor las decadencias, pues tanto Rosita amador como Antonio Ramirez, sus padres eran justos y buenos consejeros. María recordaba años después llevar a Miguel en el hombro -a caballete-, cuando hacían recados o mandados por el barranco. Quiso el destino que la felicidad fuera en esa medida del tiempo equilibrada, pues no se conocían otros tiempos futuros. Y en aquellos, eran niños nobles y responsables, los hijos del Sajorín y de Rosita son un ejemplo para la comunidad, advertían algunos vecinos sabiondos de la vecindad del respeto y la admiración.

María sentía la llamada religiosa, estaba iluminada por un camino hacia el culto del catolicismo y llevaba ese secreto guardado en su corazón, ya de joven y tras la muerte de sus padres, con sus hermanos ya encaminados en la vida, María dirigió sus pasos a al cultivo de la fe, se metió en la vida religiosa y en el estudio de la contemplación divina, estuvo los primeros años en Telde, en una comunidad cristiana y educativa en San Francisco y años después, tomó los votos de servir a la hermandad de Dios en un convento. A los que dedicó 58 años de su vida. Murió y ejerció la voluntad divina en el Hospital de nuestra señora de los dolores en la Isla de La Palma.

Antes de partir. Y en la fe del amor de su familia, se presentó en el gobierno militar aliada de la mano poderosa de la santa madre iglesia, cuando el alzamiento nacional y la llamada de su hermano pequeño Miguel Ramirez al frente.

Por favor, es el más pequeño de la familia, es un niño. Decía… Dios lo guarde señor, yo rezó por el todos lo días, que sea la voluntad del señor su aventura. Pero a dios ruego, no lo desampare en ninguna contienda. Tranquilidad hermana María, sus ruegos se harán oír en el mando de Canarias, para aliviar el sufrimiento de su virtud. –Y e aquí un ejemplo de diplomacia militar y religiosa- Miguel se presentó en Madrid en el batallón canarias. Y mientras el sargento chusquero comenzaba a llamar a todos los pobres desamparados a un punto u otro geográfico de España, su nombre y apellidos no salió de la boca de aquel mando mandado.

Al final quedaron, tres reclutas mirando unos para otros las ordenes de quien se siente disciplinado. Miguel Ramirez Suarez, nombró en alta voz un mando. Preséntese en el despacho de capitanía general de estado. Le recogerán en breve, lleve su macuto. Y allá partió Miguel en un viejo Land Rover militar, con otro recluta, hacia alguna parte que el destino le guardaba. El Sargento que conducía, solo se le limitó a decir en tono de sorna chusquera, con que ustedes son los niños bonitos. Miguel se acordó inmediatamente de su hermana Maria, que le dijo que haría lo posible por que no fuera al frente. Y sonrió, siempre tuvo una empatía especial con su protectora, era amor de hermanos, amor de familia y con dios mediante la familia está protegida.

A Miguel lo destinaron de ordenanza de un coronel en capitanía General, no oyó un disparo en una guerra de otros, no vió la sangre correr, ni la agonía de uno que se muere, no sintió ese frío aterrador de Belchite, ni ese sonido atronador del Pilar, no sudó sangre, ni paso hambre. La vida en el frente fue una aventura para reengancharse. Solo lo detuvo el pensamiento de otra soledad, de una promesa. Volveré a por ti Benita. Por que prometí casarme contigo y tener una familia hermosa. Pronto volveré, cuando se acabe esta maldita guerra de mi soledad. A trazos rotos y lágrimas de emoción escribía tranquilo aquellas cartas para enviar a Canarias. A unas islas desafortunadas que se morían de hambre. Mientras el misterio del tiempo ordenaba el ciclo y las contiendas. Benita no sabía leer, pero su hermana Carmen y su primo Pepe Perez le contaba las bondades de aquel soldado, que se alió con la suerte para vivir en la guerra civil y sobrevivir día a día. Mientras allá en la Pepina, solo era fiel el día, la noche y el hambre.

Maria Pérez la madre de Benita -Bisabuela mía- cuidaba y apartaba los granos, evitando que la desgracia del pulgón u otra enfermedad pudriera sus pocos recursos, que guardaba lejos de la humedad y los animales, en unos garrafones de vidrio con tapones de corcho. Con una rueca larga, cogía los tunos pintados, los barría y apartaba los de la comida del día -la única- y los que se iban a “pasar” como los higos, había que hacer provisiones, pues los tiempos seguían tiñéndose de autentica dureza. Su marido. Miguel Suarez, era un hombre listo, hablaba de las bondades de cuba, de aquellos que fueron y vinieron con perras e hicieron fortuna y en ese afán de los sueños, sus dos hijos hilvanaron el desquite a la miseria. Juan y Pepe, juntaron las perras y se largaron pal caribe. Cantando aquello de. A cuba me voy madre a comer plátanos fritos por que los pobres de canarias son esclavos de los ricos.

Ya hacía tiempo que escuchaban hablando que los cuentos de Juan Morales de su padre Miguel Morales, que arrancó para la isla del tabaco y desapareció para siempre, aunque escribía para decirle a los sobrinos, que fueran para allá, que aquí la miseria se los comería por las patas. Que en cuba se vivía bien y se comía mejor y así partieron a una aventura transoceánica con la maleta de madera y los zapatos abetunados llenos de callos y con las patas rajadas. Pepe y Juan se quedaron para siempre. A veces llegaron cartas años después, cartas que no hablaban de bondades, si no de supervivencia. Que no hablaban del dorado, si no de revolución. Y El tiempo fue enmudeciendo aquellas letras y garabatos que la tinta se empeñaba en recordar.

Les quiero mucho, familia ya tienen varios sobrinos, dile a la hermana Benita que a un hijo le hemos puesto el nombre de Pepe, y el otro Jesús, como la hermana que murió joven y que Benita cuidaba. La vida es un carrusel de emociones y momentos, es una pirámide de sensaciones y decisiones, es un monumento a la supervivencia. Pero en el corazón de Benita Suarez Perez. Solo había una sintonía. Cuando vuelva Miguel Ramirez, me casaré. El me lo prometió y se que Dios me guarda ese regalo de amor.

 


jueves, 6 de octubre de 2022

EL PORTILLO - LAS ROSAS - LOMO MATAZNO



Los encantos de las tierras altas, siempre van acompañado por paisajes seductores a la mirada, con grandes desniveles, barrancos o montañas, por ello nuestro paisaje es tan rico y variado que aparece un constante cambio paisajístico al escudriñarlo, una suerte de isla montañosa, como rezan los montañeros por toda Europa, un continente en miniatura de primer nivel de relieve. Uno de los lugares mas montañosos en tan poco espacio físico

Nos vamos a las Lagunetas de San Mateo, allí delante de su espectacular Iglesia, con el inmenso mirador del barranco de la mina. Podemos tomarnos el aperitivo en la misma plaza antes de partir. Tomamos el acceso a la general de San mateo al Parador de Tejeda GC-15, queremos descubrir los espacios cortos y lo que guardan en sus rincones...

martes, 27 de septiembre de 2022

GALAZ – CUEVACORCHO – CALDERETA

 

Antes de que el verano se haya extinguido el tiempo nos ha dado un regalo de autoridad como hace muchos años no vivíamos, que el otoño traiga una tormenta de agua serena y brutal, es un obsequio para los campos secos de las islas, y convierten el pasaje otoñal en el invierno más largo que probablemente hayamos recordado. De repente la temperatura a caído diez grados, las nubes se cobijan de nuevo en las montañas y la tierra revientan agua por todos lados, pronto el verde regresa a nuestros campos y nuestra mirada recupera el mejor paisaje isleño el del disfrute en ruta.

Ruta apta para todo tipo de motos.

lunes, 26 de septiembre de 2022

AL BAILE CON UN MECHÓN

 

Antonio Ramirez, era el mayor de los hermanos le seguía Maria e Isabel siendo Miguel el más pequeño de los cuatro, la vida en los años 20/30 era dura, había que trabajar mucho y el sudor se compensaba con “perras chicas”. Su padre. Antoñito Ramirez el Sajorín – mi bisabuelo materno- trabajo en la finca de los condes que tenía en el barranco de Graciaruiz, había una pequeña hacienda con almacenes de empaquetados, Semilleros, Cuartos de aperos y una distribución importante para el núcleo de la finca, a la que acudía los Condes varias veces al año, Tenía una pequeña ermita en honor a San Nicolás, donde los vecinos acudían puntualmente a las funciones religiosas de curas que recibían encargos con gulas que el conde suministraba, Antoñito se había ganado el respeto de los señores, pues la infinita sabiduría que le dio la experiencia en la vida, la uso, como realización personal de obediencia y bondad, valores que transmitió a sus hijos desde pequeño a los que intento llevar por el camino correcto de la ejemplaridad.

Miguel y sus hermanos se criaron libres y responsables en el barranco, y la naturaleza de las acciones, los llevó a cada uno en la línea de sus anhelos

domingo, 25 de septiembre de 2022

CAMINOS DE UMBRÍA

 

El sonido del agua en las torrenteras de las laderas, los saltos desde los riscos como puñales plateados que se dejan caer buscando la libertad y el cauce. Miguel miró a los a la cresta de los picos, apenas en el resplandor dormido de la mañana, escuchó el magullar de un gato que avisaba desconsuelo -tal vez hambre de caza mojada- la noche fue larga y pocas veces suceden las oportunidades de cena, los ratoncillos son seres esquivos y permanecen escondidos en las yerberas, o en los alpendes  de los animales al calor de las bestias, los gatos también, pero la poca lumbre es aliada de los seres más pequeños que se esconden en las sombras, y afuera la noche fue serena de agua.

En la aurora, después de calzar las alpargatas y recordar el sueño, se puso en marcha

Lluvia mansa de San Miguel

 

Eran noches de vela oscura, noches de agua serena. En la cabecera de la cama el crucifijo colgado conciliando el amparo y el sufrimiento de los pobres un equilibrio tan humano como dependiente, agarrarse a la oración, a la fe. Al regocijo de aceptar la voluntad de Dios, así era la conciliación de la vida en aquellos años de juventud de los abuelos. Con dios todo, sin dios nada, frase antológica que cerraba filas al testimonio.

Afuera de la cueva, Miguel se había entretenido aquella tarde anterior hablando con su padre –El Sajorín-  en presagiar el tiempo, llevaba días con una punzada indigesta en el pensamiento, miraba al cielo, al paisaje, escudriñaba señales en la naturaleza, que le revelaran los acontecimientos, en su interior presentía, auguraba con la inexplicable razón del presentimiento, que no se equivocaba, el movimiento de los insectos, alterados por una tensión inusual buscando alimentos, picando aquí y allá, Las aves revoloteando y buscando amparos temporales en parejas independientes o solitarias. La serenidad del aire, la desaparición de las nubes altas y el efecto gaseoso, casi imperceptible con la niebla, que poco a poco parecía que enjabonaba el paisaje.

Los tiempos aquellos, en los que las predicciones eran sabias, las tornas se viraban a tiempo, las escorrentías se limpiaban con agrado para el parto del cielo, para el regalo de dios. Y el pensamiento era recadero del acontecimiento, se recogían, protegían, amarraban, preveían tiempos de agua. Ojalá no haga viento, y la lluvia sea serena y abundante. Miguel heredó la dulzura y la sabiduría de su padre Antonio el Sajorín, aquel hombre que nació en el barranco de Graciarui y sus descendientes vivieron barranco arriba donde vivía la gente de la Pepina. Misterioso personaje que habitó en aquel lugar donde nació la familia. Recuerdo comentar a mi madre que de cuentos antiguos del abuelo. Se refería a una familia que vivía en la depresión del barranco y a cuyo miembro matriarcal, le llamaron la Pepina, -tal vez, por carácter, por fisionomía o comportamiento- nadie explica porqué y su existencia se ancló en la toponimia del tiempo y sobrevivió a la actualidad, que ahora soy testimonio de su existencia y escribiente de los recuerdos, como transmisor cuentista de otras vidas.

Miguel, despertó de un salto, había pasado de duermevelas a caer en un sueño de pesadilla en la que su padre, le recordaba las previsiones de las noches de agua serena. Se amarró las alpargatas al tiento, después de encender la vela, que desesperó una llama de duendes dormidos. era una estampa lúgubre de cuentos. Afuera el rumor y chipoteo del rocío sereno, una orquesta sonora preparada para un concierto de ángeles meones, en una noche de fiesta en la que tocaba regar, sin maldad. Tantos rezos y misericordia habían conciliado la voluntad del padre y el agua corría alegre y en armonía, se estancaba dulce como los espejos del alma, en cristalina visión.

Los perros no ladraron, los burros no rebuznaron, ni las gallinas cantaron aquella mañana de la tormenta por San Miguel. Eso sí. Un ejército de gusanitos negros de humedades y babosas sedientas con periscopios observadores, salieron arrastrándose a su oportunidad de tiempo libre, para sus manifestaciones

A Miguel y Benita, Ángeles de mis recuerdos.


miércoles, 21 de septiembre de 2022

CARDONERA – SAN NICOLAS – GRACIARUI

 

Siempre recordamos el enorme poder de selección que tiene las medianías de Gran Canaria, en cuanto a rutas alternativas, ello es debido a la gran población rural que existe y ocupa todos los espacios de los valles, montañas y barrancos, a menudo estas pequeñas poblaciones o fincas privadas se convierten en lugares de paso y conexión con otros tantos sitios que vamos adivinando en el paseo.

La ruta de hoy es apta para todo tipo de motos

El barranco de García Ruiz, llamado así en toponimia legal y “graciarui”, en el habla de los paisanos más antiguos del lugar...

domingo, 18 de septiembre de 2022

OTOÑO QUE SE AVECINA

 


foto; Laura Rowe

Belleza y nostalgia, piropos de otoño. No vi las hojas caer, pero si la lluvia incoherente a destiempo, como un grifo de ducha que escupe gotas sin orden,  ni concierto. Al principio el tamaño de los goterones marcaban el suelo y la pared del patio con fuerza, con energía y discordancia. Sin embargo en cuanto el suelo se empapó de gotas malvadas en repique, un triste vapor de humedad salió del patio buscando el frescor y el escape en forma de nube que asciende al rescate gaseoso de la materia. Siguió lloviendo tenue, conciso, sin estruendo, era una lluvia mansa, sin pasión ni cometido. Eran razones de tormento, celebraciones de conquista. Y llego encapsulado el sentimiento y el recuerdo de tiempos de lluvia, de bohemia otoñal, somos conscientes de la naturaleza del tiempo, de los caprichos de su temperamento, del exilio de su olvido. Y disfrutamos de su regreso, de sus anécdotas caprichosas, de dejarse oír.  Y brindamos por el querido otoño en puertas, que envió la avanzadilla. No se preocupen nos dijeron, las primeras gotas al golpear. Somos mensajeros del otoño. Los hermanos pobres del invierno, los saltadores de caminos secos. La constancia de la existencia hecha verdad y avanzamos más rápido cada año, por el temperamento de la ciencia cuántica, casi una expresión  real del pensamiento inteligente. Tan volátil e improvisada, tan artista y extravagante, que no renuncia ahora y mirando el campo, las nubes regresan como los caracoles se agarran a las montañas como jugando a la cogida. Es voluntad natural las circunstancias que el tiempo tenga vida y marque los ciclos, yo feliz de brindar por los tiempos que corren

sábado, 17 de septiembre de 2022

PENSAMIENTOS QUE SE ESCAPAN

 


La dulce experiencia del pensamiento puro, como esencia de un comportamiento activo, resuelto, con sus deleites y debilidades, tan humanos. Cuantas seducciones y limitaciones nos imperan y solidifican la integridad. Aunque hay un duende apasionado que se escapa al control, que remueve la conciencia buscando aliados. El entusiasmo, la iniciativa, la tolerancia, la pasión, la emoción -alegría, gracia, valor- Tantos aliados a una causa justificada como es la personal, tan grande como quiera manifestarse, tan elocuente como quiera contarlo, tan pasional como consiga el contagio, tan valioso como una obra de arte de pura inspiración, tan generoso como una apuesta a la fe poderosa y estas tesis del pensamiento labrado quedan las limitaciones. Por ello la profesión liberal es tan divertida y ausente, Por que el encuentro seductor de cada uno, es pura intimidad, como el sexo, esas expresiones del instinto que nadie controla, ni el yo. Y sin embargo gradúa en la balanza, toda la esencia de una integridad física y mundana retorcida de bondad y maldad. Tan humana, tan civil, tan particular… Entonces digo, siempre quedan pensamientos que se escapan. Como el equilibrio de tantos otros en las estructuras de la integridad personal.


lunes, 12 de septiembre de 2022

OJERO – ARBEJALES – LLANO ROQUE

 


En estas medianías de la isla redonda, alturas de 800 a 1000 metros y posición de pagos norteños, con la caricia perenne del alisio en esas extraordinarias tierras de plantío y vergel natural.

Hoy volvemos hacia ese norte nostálgico que nos guarda diseminados y caseríos al pie de los riscos o barrancos, en comunidades y pagos que han ido creciendo o desapareciendo según la cultura de asentamiento de sus pobladores.

jueves, 8 de septiembre de 2022

MOMENTOS DE GLORIA

 


Un perro ladra constante y desesperado más allá de nuestro patio. Odio la gente que tiene animales y no los quiere. O solo los quiere para alimentar su ego. Tristeza y tolerancia, mientras el sonido del agua de la fuente, me traslada al pensamiento egoísta y pretencioso de un rey; Luis XVI paseando por los jardines de Versalles, mientras, en las míseras ruinas de palacio, la servidumbre accionaba artesanalmente a escondidas las fuentes, a su paso. Cuanta miseria en el trono, cuanta hipocresía absurda, para emular y disfrazar las mentiras de las ruinas de un reinado, sin misericordia. La historia repetida convierte en lento el capricho de la evolución, nadie es libre de su conciencia, si no acepta su condición de aprendiz de la vida.

El sol sigue alumbrando espacios escondidos del patio, "Momentos de gloria" nombre asignado a pie de espacio libre arriba de casa, que a Inma se le ocurrió como parte de los secretos felices de nuestras vidas, donde dejar liberar las energías para el equilibrio, en busca del siglo de oro perdido, pensamiento.
Hay un ángel blanco caído, con un ala rota sentado en una bola de yeso, que imita el mundo, debajo la fuente. Resignado, escuchando la melodía del chapoteo continuo, no protesta, ni contesta a nuestra forma de interpretar sus caprichos. Mirada inerte, ahora pura melancolía, suspiros e ignorancia de un pasado frondoso. Somos lo que nuestro triste pensamiento deduce, apenas, atisbos de felicidad por encuentros, secuencias o momentos. Y sin embargo la verdad se esconde tan cerca y abandonada en el cultivo del pensamiento, del pensar, actuar hay una escuela por educar.. Y la vida de mariposa que nos regala ese dios misterioso, solo aletea en la frecuencia de paz e inspiración que induce y demanda respuestas. Ayer disfrute una de esas películas post-apocalípticas, -El libro de Eli- Dentro de ese carácter de supervivencia en un futuro incierto, atendi al mensaje de amor y salvación en un libro. - Biblia- que se salvo del holocausto apocalíptico del siglo 21. Acertada representación de reconvertir la historia del pasado en otra vuelta al renacimiento del futuro. Cuantas verdades y enigmas confunden nuestro pobre conocimiento. Sin embargo el mensaje de amor encapsulado brilló con el entusiasmo de la poderosa razón. Hermosa historia real y antigua, que repite el eslogan: "Aquellos que no estén capacitados par entender la lección, están condenados a repetir la historia". Me gustó el mensaje.
Acabo de apagar la fuente, por que Luis XVI no entiende el gasto del consumo innecesario.
Sin embargo, su locura egoísta era pura maldad social.

SOMADILLA – LA GAVIA - LA PEPINA

 



Intentar describir un paisaje que forma parte de mi infancia, de mi espacio de vida, de evolución del ayer al hoy, es más una sintonía del aprendizaje que me enseño a situarnos en el mapa de la isla y a la idiosincrasia de las costumbres de los pueblos, a descubrir las gentes, los lugares, las toponimias, mi barrio de la Gavia, además en un lugar privilegiado de medianías nos mostró otra mirada en el paisaje y en su gente, en el valor del barrio, la esencia del valor de donde vinimos y hacia donde vamos.

Parece que la cita de hoy por la cercanía, puede despistar a los amigos en el descubrimiento, pero vayamos a reconocer en el espacio, estos nuevos rincones de Gran Canaria, tan nuestros y susceptibles de encanto, por las motos y el paisaje.

La ruta apta para todas las motocicletas

sábado, 3 de septiembre de 2022

ESPIGAS VERDES DE TRIGO


Acercarte a la obra de Van Gogh, es prepararte para conocer una nueva dimensión de la luz a través de la genialidad seductora del color y la inspiración, no necesita más paisaje que el que el sueño le induce, la mirada le proporciona, la sensibilidad le acaricia. La tierna pereza y ruda actitud le abstrae, los duendes le exaltan con las cosquillas del pincel, la luz tiene vida y se esconde en las sombras, el color tiene latidos y resaltan jugando con la inspiración de su estilo, renaciendo en cada pasaje, en cada garabato. Si su locura es atravesar el silencio de los elementos con tristeza y exaltación. Si su dimensión es arrancarles la piel a gritos a los chispeantes destellos de colores que adornan su legado. La pintura se cobra el precio de su osadía, melancolía, realismo que se esconde, que juega con las percepciones de los visionarios y manifiesta la sencilla expresión del arte, con la sublime caricia de la luz, los caprichos del tiempo y sus encantamientos, este loco atrapado en los cuadros, en la miseria de una sociedad dormida, en los pasillos de un hospital de amparo, es poeta, maestro seductor atormentado, perdición y enfermo del maquillaje de sus sueños, es bohemia luminosa y esquizofrenia del color. Es luz milagrosa en la oscuridad, es vidente inalcanzable con la mano de un Dios.

Gracias Vincent Van Gogh, por que el destino se encargó que no hubiera dos iguales.

jueves, 1 de septiembre de 2022

AL REGRESO DE LA COSECHA

 


Sus pies cansados, sus días contados de trabajar, su alma rota en su mirada brota, sus sueños pobres, su aliento cuerdo, su tristeza manifiesta en el andar. El día acabó y la siega lleva la recolecta al desván. El pensamiento avanza entre el silencio y la huida del pedestal, sosiego coloreado remesa de bienestar, sutilezas de un pincel educado, cuerpos con delantal, el pañuelo delata la costumbre del tocado medieval, la piel morena, de los soleados días de trabajar,  Y allá vuelven las segadoras al regreso de la cosecha, ellas traen la vida en los pajumes y en la belleza del paseo manifiestan serenidad, en los colores que las destacan, es el silencio quien las conducen por el prado del pastizal, que el verano avanza y el tiempo hace andar.

Julien Dupré 1815-1910 pintor francés. Óleo sobre lienzo


martes, 30 de agosto de 2022

TARA – AZUCARERA DE SAN JUAN – MAYORAZGO

 


Bajamos del norte al centro sur, de cumbres a medianías y costas, para ir visualizando el paisaje de verano que también nos ilumina los rincones de Gran Canaria. Esta vez queremos hacer un recorrido histórico y cultural por los aledaños de la ciudad de Telde, entre sus barrios más antiguos que duermen a la rivera del barranco real de la ciudad de los Faycanes.

lunes, 29 de agosto de 2022

CAOS DEL TIEMPO



Hoy reivindicaré una fortuna visual de atrapar aquel tiempo.

Josie, Bertha y Sophie. -1912, hace escasos 112 años- Con el honor de Lewis Wikis Hine. El fotógrafo.
Las tres chicas suman 22 años. Por Dios.! 6, 6 y 10. Con esta contabilidad solo llegamos a una jovencita actual, universitaria con despertar estimulado y gastos pagados a todo lujo, para encauzar inteligentemente una vida, que a evolucionado todo, para vivir más o menos. Para sentir más o menos. Para ser más o menos. Solo hemos cambiado el escenario 112 años antes. Me quedo impresionado con Sophie, Bertha y Josie. Ellas se levantaban a las cuatro de la mañana a trabajar, a producir, a sobrevivir. También a experimentar, a crecer en el laboratorio de las cobayas. En la ingratitud de otro tiempo: más duro, más hostil, más laborioso, mas primario. La pregunta de esta secuencia temporal, nos lleva a pensar como serán las chicas del 2112; Cuan laboriosas, autómatas, inteligentes, vividoras, adaptables. O supervivientes de un nuevo caos temporal.
La expresión dura de Josie, Bertha y Sophie. Tan niñas, tan absolutas, habla más de aquel pasado, que la virtud inteligente y programada del próximo futuro. Pues la actualidad, es más; Pura indiferencia y repetición de poderes, ese equilibrio tuerto, -Del tener o no tener. Por encima del ser o no ser, como cuestión- mientras la felicidad sigue encapsulada y al alcance de todos, "tiempos de vida" como titularía la genialidad artística y tecnológica del retratista.

ESENCIA DE ENERGIA

 



La energía. Solo se transforma..

Y en la libertad del pensamiento. Chequeos o reseteo de la vida constante, digo.
Mientras mis neuronas disparen adrenalina; Deseos, vida, seratonina del placer, "Estribillos" y esa sustancia que nos convierten en seres profundamente racionales -pensamiento, palabra y obra- e irracionales en -extremos, excesos y defectos- y en las teorías de la libertad condicional que nos ampara. Pues seré feliz por afinidad, tal vez alguien lo niega y lo practica en inhibición sin condición. Sagrada privacidad. Y obviamente nos recordará, la negación de Pedro. Que fue un juguete de las debilidades del supremo. Aplicando la jugada maestra de la premonición. -esta noche, antes de que salga el sol, Me negarás tres veces- por Dios, e inmediatamente cantó el gallo para inaugurar la aurora. Hágase en ti, mi voluntad, señor. Y luego, durante y constante. El sacrificio, el caprichoso y cobarde arrepentimiento. El equilibrio de la bondad y la maldad constante es lo que sostiene la humanidad. Y de humanidades esta el mundo lleno de ejemplos, que obviamos por grandezas multiplicadas e incomprensibles, por que todo lo ampara, protege y limita la burbuja del tiempo. Cuan poca razón para la filosofía, como mejor aliado de la eternidad, ojalá y el premio sea lo más feliz etéreo y eterno que pueda existir y compartir. Que ese suspiro nos convierta en mejores transmisores de lo incomprensible y universal y que hablemos todas las lenguas e interpretamos todos los misterios, de esas, otras dimensiones.
Energía que padezco.

martes, 23 de agosto de 2022

SOBRADILLO – TROYANAS – CARPINTERAS

 


Inmersos en un verano a veces agobiante y muy lejos de los paisajes idílicos que recuerda nuestra tierra en cuanto cambia el ciclo invernal y primaveral. Seguimos tirando de hemeroteca, para descifrar esos valores tan entrañables que nos regala aquellos paisajes. Hoy queremos volver al esplendor verde y extraño de rincones escondidos en el norte más auténtico de Gran Canaria. La gran depresión de valleseco y su imponente vergel natural 

El VIAJERO INSACIABLE

 

Como formar parte del espacio y el tiempo, multiplicando la esencia y ganando al conocimiento. En esta escultura al viajero insaciable, el autor -Bruno Catalano- sopesa lo que queda entre la esencia y el cultivo,  lo que vemos es una absorción del conocimiento que se desintegra en la capacidad de atrapar tanta información y caracteres. Una fugaz huida hacia nuevas fronteras,  catapulta otras dimensiones insolidarias y anónimas de la velocidad con que pasa factura la vida. Engancharse a viajar sin fronteras, ni historia. Por el simple placer de devorar a pie el tiempo y el espacio, es una mirada basta sin escudriñar. Es una noción de haber vivido o un estado pasajero de transición permanente, Aquí el pasajero tiene prisa por llegar a ninguna parte. La peor secuela de su propio destino. Lleno de lugares sin nombres, de momentos sin huellas. Destino de quienes quien llegar pronto, sin disfrutar el camino...

martes, 16 de agosto de 2022

VALSENDERO – BARRANCO LA VIRGEN - MONAGAS

 

En ese norte más húmedo y exquisito de Gran Canaria, siempre descubrimos lugares que nos impactan por su belleza y localización, el enorme tajo que a surcado la depresión del Barranco de la Virgen y el hermoso pueblo de su interior destaca con un encanto sobrenatural en los cortos días de invierno, que allí hace sus vacaciones estivales convirtiéndolo en un lugar agradable para retiro espiritual y natural. Volvemos a Valleseco, para iniciar una nueva ruta, en dirección al barranco la Virgen por Valsendero

lunes, 15 de agosto de 2022

ENTRE ACEBUCHES Y CASITAS CANARIAS

 

Siempre hay un tiempo para compartir, un tiempo de familia sagrado, un verse las alegrías y acercar las distancias y en ello, no hay mejor atención que los sagrados anfitriones del Espartero. Antoñita y Mario, volvieron abrir las puertas de su castillo encantado, para que el verano y sus caprichos soleados, nos dieran un baño de familiaridad y ratitos estivales.

En aquella falda del volcán dormido de Pino Santo, los barranquillos, lomas y cauces, marcaron un territorio de postal, de serena postal de alisio. Ahí donde la frontera con el fenómeno climático comienza hacerse fuerte y natural. Y aunque el sol brille en estado bravo, el soplo silencioso del viento acaricia sutilmente las montañas, refrescando al morir la tarde. Las nubes suben arropar la cima, a airear su vegetación de verde acebuche apiñados y cortezas de negro carbón.

Bancales de fruta golosa se esconde entre los amplios cañaverales. Que como cortinas de feria cierran las visiones de los foráneos a las introspecciones furtivas. Las viviendas se han ido apilando en los montículos naturales, para aprovechar las tierras de plantío y el encanto de su estampa rural hace entrañable la vida en la tierra.

Sus casi mil metros de altura, le añoran largas de noches de invierno y lectura. Amparados por la cara norte de la isla sitúa su vegetación entre dos latitudes temporales, arbustos acebuchales esparcidos entre barranquillos y laderas que acompañan las vertientes del barranco del cortijo hasta su nacimiento cerca del Faro de Teror, y arriba los eucaliptos y helechos atrapan la humedad de unas medianías caprichosas y rurales.

Volver al Espartero, fue volver abrir el libro de gnomos y druidas, para acompañar en esas reuniones anuales y bíblicas. Un encuentro de magia familiar que acompasa la medida del tiempo, los magos de la tierra media, se reúnen en un lugar del paraíso para reírse y manifestar los lazos de familiaridad. Son hermosas sintonías de compás y dichas. En las que el único factor que hace visible la grandeza del momento es la sonrisa de estar vivos y unidos por vínculos temporales y generacionales.

Y la noche borró el paisaje y escondió los sueños, la cúpula celeste desplego su lienzo. Mientras en el banco del patio, la meditación y el balance de Mario y Antoñita fue ralentizando la noche y atrajo la curiosidad de las lechuzas, en el brillo de sus ojos iluminaron el bosque encantado del Espartero como luciérnagas aplaudiendo su generosidad con destellos.


sábado, 13 de agosto de 2022

AVIONES NEGROS

 



Y en aquel vil ataque, en que Guernica escribió su historia. Esta otra alegoría reclama la desgracia, que agita la vida en una secuencia de tiempo. Momentos de horror y alimentos a un futuro negro de visiones y apocalipsis. Madres que huyen y gritan asustadas por la estampida de tanta maldad selecta. No hay más expresión voraz en la historia que la que capta el pintor en el retrato de las caras, unos gritan, otros huyen y otros rezan por sus almas atrapadas en una sepultura en vida. El brutal Guernica acontece en otras secuencias captadas. Que el pincel luminoso del autor deja en este lienzo, constancia  de aquel malvado tiempo.

Lienzo de *Horacio Ferrer* en el museo Reina Sofía.

jueves, 11 de agosto de 2022

SIRENAS DE VERANO

 

Siempre llega despierto y luminoso, puntual y carnoso los veranos de mis recuerdos, son tiempos de playa y rocas, de marisma y bronceado, de cargar energía a través de la piel y la vista, de arena caliente y sed insaciable. A la luz, a la mar, a las caracolas que se esconden en la arena, mientras los pies las pisan, a estirarnos la piel y contar las arrugas con entrecejos altivos, a caprichos y libertad de soltar el tiempo atrapado, a filosofía del ser y de la memoria, a hilvanar la vida con el pensamiento relajado y la familia cerca. Verano azul, verano caliente, verano que invitas a nadar, a sumergirte en tu vida, a pisar arena que hierve, a lamer helados sabrosos, a fruta jugosa y manjares exquisitos.

Y sentir como te quema de nuevo la piel, los años de tus paseos sobre la arena dorada y el salpicar de los chapoteos del encuentro, las miradas, el paisaje del mar sobre las olas, el olor de la marisma que repica en cada espuma blanca, el sonido de la acústica de la mar. Y lánguida escena del momento repetible de las sirenas del verano. Amores que despiertan las pasiones estivales. Y en ello la vida sumerge como cada año estos cuerpos y sus rosarios. Las sirenas de verano cantan por agosto, por las playas del paraíso, como veda de tiempos que vuelven a la expresión de bellos momentos de arena, sal y brisa, con sol, sed y nostalgia.


viernes, 5 de agosto de 2022

Ciro Corujo

 


Las casualidades de la vida y sin embargo. Hay personas que parecen conocerse de toda la vida. Por su talante, su trato personal, su humanidad o tal vez esa chispa de humor que les hacen seres encantadores. Luego vienen los conocimientos, las pasiones, la experiencia. Y la suerte de los encuentros. En algunos grupos de wasap, uno conoce gente que no ha tratado nunca en directo, y sin embargo la fusión es conexa por circunstancias inexplicables, tal vez de afectos, de cercanía o de curiosidad.

Hoy conocí en persona, a un tipo grande, conejero, sorprendente como el interior de un aljibe de aquella isla. Espléndido y cercano. Reconozco pasar un rato entrañable por una curiosidad sincera y amistosa. Que honesto valor la nobleza de su apellido, la exhibición de su carácter. Tremendo legado honra su nombre. Ciro Corujo.

Sin oírlo cantar en directo, me atrevo a nombrarlo "La voz del paisaje de Lanzarote" ese susurro potente del viento, ese aroma a bodega antigua que existe y sorprende, esa lava -picón, rofe, césped del volcán- ese parar el  tiempo en los hombres y en sus hábitos naturales, con una sabiduría impenetrable, de espera y mirada. De pensamiento y cosecha. esa proeza de sentirse vivo y auténtico en su tierra. Grande amigo, como las pasiones que nos unen. Como las nubes caprichosas que juegan con las tierras de Masdache.

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