Soplado
por el viento, mecido por la mar, pintado por la aurora, dormido por las
sombras, al despertar, añorado por la belleza constante de su luz y matices,
Cuanta armonía baila en la soledad del mar, cuantas historias cuelgan tus
velas, cuantas tormentas tus nubarrones y puestas de sol en un altar.
Y
el halo de tu luz que no cesa, y el latir de tu vida que danza en movimientos,
que corren tras del sol, delante de la vida. Tal vez tus ojos no logren ver los
colores, ni tu alma sentir la nostalgia del tiempo, pero la melodía sigue
sonando, la tierra sigue girando, por los siglos de su verdad, cuanta belleza
serena, armonía en una postal.
Y
volverá el mañana a levantar tus sueños, y volverá el mañana a brillar, despierta
pronto que el mundo sigue girando y nuestra vida también se girará…
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