Es el verde paisaje el que eleva
mi espiritu a una nueva dimensión de los sueños, un idilio de amor platónico
con los inviernos de mis sonrisas. Por fin otra estación. Una nueva, aunque con
la plenitud de un cambio de ciclo. Será verdad, volverá a llover con la parsimonia
incesante de una cascada de borrascas permanentes. De momento, algo se ha
sacudido en el cielo, en los mares, en los tiempos, el viento a soplado fuerte
y ha chocado con la sequedad de la tierra, ha retado a los cielos y pedido sus
bendiciones, ahora llueve y el agua es limpia y serena, todo es armonía alpina
y en el silencio de los campos, un sentimiento agradecido.
En los amaneceres las nubes mecen
los prados para que su gestación sea esplendorosa y levantan el vuelo a la
salida de sol, el astro que hará el segundo milagro, sacar la hierba y generar
la vida. Es un ritual vivir los días, la danza de los pájaros que van, vienen y
vuelven a ir con sus visitas y comentarios, convocan a las bandas de enjambres de
abejas, a preparar su recolección, será un año florido, avisan de la explosión
de flores de retamas, se van a multiplicar por miles las recolectas de néctares,
y los almendreros prometen cosecha multicolor, están los pájaros que trinan exultantes
de felicidad y pasiones, se rifan los amoríos tanta tertulia bajo las verdes
ramas, tantos olores de flores olvidadas, tanta escorrentías de líquidos de
vida y entre varas y cañas todos enseñan sonrisas y juegan con la plenitud de la
armonía de los despertares
Las ovejas estrenan nuevos trajes
de lana, las abejas pijamas de rayas, los pájaros chubasqueros de plumas y los
aguiluchos gabardinas de oscuras, todos están de estreno mientras los
agricultores más viejos miran a la montaña con nostalgia y recuerdan las trashumancias
y deducen ya no hay vacas que se coman las hierbas mansas, ni gente que labre
las papas, aunque el tiempo climático cambie para dulcificar nuestras miradas,
los tiempos rurales de aquellas vidas se fueron para siempre, detrás del olor a
estiércol y yerba mojada. Hemos cambiado el sacho del sudor a sabiduría agreste
por el móvil que viaja por el mundo con solo tocar teclas y mirar la pantalla, mientras
la lluvia nos regala otro invierno y seduce nuestra mirada
La sabiduría de tu espíritu, el invierno que vuelve como antaño y viste de manto inmaculado, tu cariño por la tierra, no dejes de escribir nunca, haces del rato de quién te lee, fantasías olvidadas, que mejor recuerdo.
ResponderEliminarY un soplo de aroma de retamas, lleno de fragancias el aire, el viento movió las ramas y sacudió las hojas que volaron como mariposas blancas..
EliminarBuenos días Amigo Feli...
Eliminarcomo dice , el Rolo es agradable leerte , nos transportas con tu elegancia a sensaciones que describes al detalle y se siente lo que aprecias..., Mil Gracias...
Y Encima si lo disfrutas en Moto..., doblemente Bueno...
EliminarCon disfrutar de la lectura, se toca la sensibilidad y se deja uno llevar por las bondades de la poesía y la moto es un bello corsel que te lleva en volandas a descubrila en la mirada de los escenarios.
EliminarLas mariposas olvidadas, blancas, como tu relato en la noche mágica, de ese almendro en flor, que quiere abrir sus pétalos, al vuelo de ese equilibrio, la paz en cada movimiento , el néctar de la pasión, tu pluma en tu mano y el garabato del texto, como decir queriéndote, la vida en tus manos, tierra.
ResponderEliminartiempos que suscitan emociones, son tapices verdes salpicados de colores que se alegran de escuchar trinos y ecos de tiempos de observación, escudriñando la vida, debe ser el nectar de nuestra sabiduría y el capricho de nuestras pasiones
EliminarComo el barranco, que ahora es alegre con su canto, aguas que brillan como espejos en el paso. Los caideros de los acantilados, que emergen con brumas después de los saltos. Tu canto de barranco y después la vida.
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