Y en aquel vil ataque, en que Guernica escribió su historia. Esta otra alegoría reclama la desgracia, que agita la vida en una secuencia de tiempo. Momentos de horror y alimentos a un futuro negro de visiones y apocalipsis. Madres que huyen y gritan asustadas por la estampida de tanta maldad selecta. No hay más expresión voraz en la historia que la que capta el pintor en el retrato de las caras, unos gritan, otros huyen y otros rezan por sus almas atrapadas en una sepultura en vida. El brutal Guernica acontece en otras secuencias captadas. Que el pincel luminoso del autor deja en este lienzo, constancia de aquel malvado tiempo.
Lienzo de *Horacio Ferrer* en el museo Reina Sofía.
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