Joan Manuel Serrat.
El poeta que cantaba, golpe a golpe, verso a
verso
La
vida es una poesía interpretada en su exponencial melodía. -Quizás por que mi
niñez, sigue jugando en sus playas y escondido tras las cañas, duerme mi primer
amor- Escuchar su profunda inspiración, de una realidad bucólica aplastante, en
las secuencias del tiempo siempre inerte a la constancia. Poeta de escuela, que
fue jugando con las letras del pensamiento para adornar, simpatías metafóricas
y pensamientos adornados. Por estrofas escondidas, de sinsabores disfrazados de
fortaleza y sentimientos. -Quien me presta una escalera para subir al madero,
para quitarle los clavos a Jesús el nazareno- Saeta del llanto y la emoción,
cantar del pueblo andaluz que todas las primaveras, anda buscando escaleras
para subir a la cruz…-Miguel Hernandez y Machado en su cantar- Cuanta emoción contenida en un lenguaje digno, humilde y
universal. Joan Manuel Serrat. Es a la canción, el artesano de las conmociones;
sencillas, pensadas, resueltas, enamoradas, sentimentales y con una resolución
brutal de inspiración divina. Con la balada
de otoño, llueve y a través de la ventana, salpica y sin saber por qué los
cristales lloran, pasea la nostalgia y se erige la melancolía del poder
ilustrado del sentimiento manifiesto. Llueve y el suelo se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño… Si tu fueras capaz de ver los ojos tristes de una
lampara y hablar… Como recupera la emoción en la compañía luminosa triste y trasfiera
inspiración y consuelo Y sin embargo llueve.
Cuando
escuché que el premio príncipe de Asturias, había elegido una voz
universal de pasión y poesía, caí en la tentación de la duda, y recordé tantos
años de club de poetas vivos y sus inolvidables emprendedores de letras
elaboradas y canciones inspiradas. Que difícil es cantar lo que se compone, que
difícil es componer lo que se canta, Serrat, el eterno maestro de las letras
compuestas enarbola siempre la bandera de la tolerancia, de la armonía y el
respeto por los pequeños detalles. De esos locos bajitos. Del poder del amor en
Penélope o para ti Lucía… Su voz rasgada y profunda de vibrante entonación,
irrumpe en su idioma para regalarnos virtud, satisfacción, amor. Honor y causa.
No
olvidaré nunca su concierto, todos habremos tenido alguna experiencia con el
maestro Serrat, Nosotros la tuvimos con “dos pájaros de cuidado”, -como decía
el oyente andaluz que comentó la otra noche en el postcad de Fancino, de la
SER-. En recuerdo del Canalla, acompañante del maestro. Otro cantautor enorme -Sabina-
y sus quinientas noches. Los dos nos hicieron vibrar en el estadio de Gran Canaria.
Serrat. Recordando toda la alineación de la UD Las palmas, de los años setenta
-Increíble- Con una exactitud de aficionado pasional del equipo amarillo. Nos
tejieron toda la escuela de la poesía compuesta para incomprendidos y ermitaños,
nos hicieron vibrar sentimientos de adolescentes rebeldes de fumados
experimentales o de intolerantes despiadados. También de románticos escondidos,
y jóvenes eternos viajeros de un tiempo inmortal. Caminante no hay camino. Nunca
perseguí la gloria. Hace algún tiempo en ese lugar, se oyó la voz del poeta al
cantar. Golpe a golpe, verso a verso… Su primavera de cantares, resonaba en el
alma de los poetas muertos y traídos a vagabundear. No me siento extranjero en
ningún lugar y no llores por que no me voy a quedar.
Joan
Manuel Serrat es un poeta eterno. Es una guitarra acariciada de notas sostenidas
en trastes bajos. Su eterna melodía bien necesitaba de un reconocimiento
institucional, aunque no le haga falta, por que guarda siempre amor para
regalar, su eterna lucidez de grandeza traspasa más allá del azul, de Algeciras
a Estambul y siempre vestirá de azul el pensamiento hispano, por naturaleza de
poeta brillante, gestor de emociones y pintor de letras que adorna con pinceles
de melodías, llenas de verdades y sutilezas a almas agradecidas.
Cuanto
brillo alcanza su luz de otoño y nunca se pondría de acuerdo tanta gente en un
país como este, para aplaudir un gran día. Hoy puede ser un gran día imposible
de recuperar. Todo cuanto te rodea lo han puesto para ti… Hoy puede ser un gran día para recordar su
naturaleza de virtud. Grande Joan Manuel Serrat.
El
club de los poetas vivos, siempre regalan ramos de letras que huelen a
emociones. Cuanta falta hace la poesía para alimentar los sentimientos escondidos.
Todo pasa y todo queda… Felicidades
Juanito.
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