sábado, 8 de octubre de 2022

EL AMOR SABE ESPERAR


Probablemente ese consuelo, es mirar al mar o al cielo buscando respuestas, por que han de venir de ahí. Benita llevaba días impaciente, con un anhelo especial en realidad conocía aquella frecuencia eran las palpitaciones del amor. La gente hablaba de que la guerra había terminado, que había ganado el bando de un tal Franco. Que hubo muchas bajas, eran noticias tristes cuando la ausencia de noticias no hablaba de la suerte de algunos vecinos, pero nadie tenía claro lo sucedido, había demasiadas preguntas sin respuestas, necesidades sin reparo, hambres sin sustentos. La vida era muy dura, pero los rayos de la luz destellaban con un calor especial, habían pasado tres años y veintidós días desde que Miguel la dejó con el ajuar en el cajón, con los sueños rotos.

Con la mirada ausente y regocijo en el alma era el único aliento en la esperanza. Volveré por ti, recordaba cuando se lo prometió. Y nos casaremos y tendremos una linda familia. Las promesas son deudas lo sabía bien Miguel Ramirez, la palabra es sagrada se la infundo su padre, el amor cuando es verdadero es milagroso se le recordó su madre Rosita, ellos -sus padres- murieron jóvenes, pero le seguían acompañando cada día en su corazón en sus actos, en la desesperación escuchaba sus consejos, en la tristeza su consuelo. Miguel aprendió el arte de servir, la habilidad de cocinar en la guerra, de atender las demandas de una camarilla de oficiales al servicio del poder militar, lo único que tenía que hacer era servir y cumplir.

Se había ganado el aprecio del mando, Miguel el canario le decían, tenía habilidad para obtener aprecios, su nobleza manifiesta, humildad y respeto le empujaban por el camino sensato. Pronto llegó la absoluta, el júbilo, la fiesta del regreso. La última carta que le envió a Benita debía andar en mulas Higuera canaria arriba, cargada de sueños y condiciones. Era la última carta de la maldita guerra, solo se leían buenos presagios y voluntades, pronto volveremos Tesoro. Y solo Dios sabe que es así. Aquellas cartas se escribían en tercera persona, a sabiendas de que no las iba a leer Benita porque no sabía leer, y los sentimientos se contenían en el pensamiento y los deseos se adivinaban, en el alma, aunque ella había acudido a la primera escuela en la Gavia, en la Casa de Manuel Cruz. Con una de aquellas maestras que hoy nadie recuerda, donde acudieron muchos abuelos ya desaparecidos hace años.

El movimiento por los caminos del barrio se había acelerado por el momento, las noticias corrían de boca a oreja, como los chismes, que poco se cultivaban por falta de ética moral, los más viajeros llevaban y traían noticias de supuestas actividades acaecidas, los más valientes, se acercaban al ayuntamiento o al cuartelillo de la guardia civil, para informarse de la última hora del regreso de los salvados de la contienda.

Miguel tuvo tiempo de despedirse de los mandos, de prometerse suerte en la vida y recomendaciones de estado, de la fiabilidad que le había otorgado el servicio a la patria, que ahora se llamaba la nueva España la del generalísimo Franco, el salvador de la patria y la república libre soñada por otros. Porque los pobres solo quería el pan y alpargatas y muchos acabaron partiéndose la cara por la ambición del valiente, pero eso ya no importaba, ahora solo valía volver a Canarias, reconstruir su vida, fundar una familia, era el sueño en su mejor perspectiva. Se acabó el odio y los disparos, aunque la otra guerra la de la reconstrucción de un país, iba a ser dura y trabajosa. Con la ayuda del amor de Dios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

PASAJES AL MACHU PICCHU

Amaneció en el Valle Sagrado. Los Incas, establecieron aquí su imperio fundaron sus credenciales y adoraciones en toda su cultura se ad...

SIEMPRE ES MOMENTO PARA EL RECUERDO