Sintió que el amor era una fuerza natural, fantaseó que el tiempo era un azar, que juega en el tablero de la aventura, las circunstancias y los momentos y no dejó de soñar, como Eros y Psique cayeron en las redes del amor pasional y con la fantasía de los Dioses mitológicos enhebraron su destino conjunto.
Allá soñó su idilio con la magnitud de una chispa divina, encuentros de romancero gitano sin que faltaran miedos y espinas;
y es que la niña de plata sueña despierta y alegre
encontró su príncipe azul, cultivó amor y quereres
compartieron amor y amistad, secretos y fantasías
soñaron con seguir de la mano y crecer en sintonía
Y si el amor es sensible y fiel hay que plasmarlo valiente y con pincel
“María tenía cuatro años y una noche volvía en barco de otras islas de Trabajar, el inmenso mar oscuro y la melancolía de sentir su voz vibrar, emoción que marcó mi pensamiento. ¿Dónde estás papa? Soy un capitán de navío que regresa a puerto jovencita, a buscar a su niña amada, la princesa María que está en una isla encantada. Yo quiero verte papa, con aquel timbre de voz infantil. Entonces haremos un milagro, jovencita ya que puedes oírme, podrás verme. Pero ahora viene la magia, sube a la azotea de casa, ocurrirá ese milagro, muchachita… Ya estoy en la azotea papi, decía, sus pensamientos se agitaban esperando aquel milagro ansioso. Bien, mira hacia el cielo y busca la luna llena, ella será nuestro espejo del alma. Sí, la veo papa. Una luna inmensa brillaba en una noche mágica, encendiendo sus ojos de felicidad. Yo también veo esa misma luna, princesa, vamos a tocarla con los dedos y nos tocaremos. Si papa te veo y yo a ti, cielo. Ves cariño, los milagros existen, solo tienes que creer en ellos, desde el fondo de tu corazón”
Esta experiencia espiritual, marcó mi vida para siempre, descubrí la sensibilidad especial que María estaba tocada, sus sueños eran latitudes inalcanzables, solo expuestos por la fuerza del amor. Ella es todo corazón su contagiable sonrisa es el espejo de su alma, su generosa voluntad transforma lo que toca con esa chispa encantadora.
Que no falte la magia en su vida, ni la pasión por vivirla, misterio que solo el amor interpreta como una fuente inagotable de riqueza, porque los milagros existen...
Cultiva el amor, es el secreto de la felicidad eterna.