Atrapado en las cenizas que prolonga mi ventana
sutil valle de hondonadas, donde el drago y los olivos , sienten estirar sus ramas
Tierra de parras escondidas tras las piedras tostadas
Imperio de sol y el viento, que gobiernan las montañas
Y allá entonando canciones aparece cada alborada
Un chinijo midiendo el viento, con las palmeras dobladas
Ya no se barren los patios, ni se albean las casas, los lagares son castillos que guardan esencia y plata
Las bodegas son burdeles de corsarios y piratas
Que no revelen el pacto que elaboran el sol y el viento,
que guardan en las barricas, que enaltece los momentos
aromas de malvasía, perfumes de volcán
cuantas fallas y caldo a fuego, tiene esta isla en su mar
Mar de cenizas negras que cubrieron al azar,
con el capricho del viento que no deja de soplar
Arriba Timanfaya arde con colores de esperanza
Es un paisaje soldado con el fuego de la lava
Las lágrimas del alisio, refrescan su piel quemada
Son llantos de los dioses que se destilan de uva blanca
Abajo en la concha de Famara otra mitología sagrada
Sopla muy fuerte Eolo, Dios del viento,
Vuela lejos la arena para crear sedimentos
Llenando de dunas el valle y de corteza las lomadas
Cuanta belleza de fuego vomitado
Supervivencia de sabida lectura
Magia que suscita amor imantado
Caprichos de hermosa locura
En tus campos yermos encontré paz
En tus agrietadas fisuras vida
En tu paisaje lunar soñé esperanza
En tu nostalgia errante alegría
Quiero volver al volcán, pisar el picón que me eleva
Fuego dormido en tus entrañas
Reposo y calma en las bodegas
rebuscando en la isla encontré rincones
Lugares escondidos entre isla de islotes
Hablando con su gente descubrí razones
Por que la emoción es Lanzarote
Caprichos de princesa amada
la rubia mas morena, de las afortunadas
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