Deja que suelte la palabra, que labre el pensamiento en un caudal de lectura e inspiración, la suerte de tener el mecanismo que elabora el tejido literario para disfrute del pensamiento activo. Soñar y contar los sueños, vivir y contar la vida desde la observación y las perspectivas. Es la melodía de la lectura quien lleva en volandas la suerte del encuentro. la filosofía de una vida buscando la plenitud a través de jugar con las letras y los mensajes encriptados que desvelan belleza literaria

jueves, 19 de agosto de 2021

SAN FELIPE. CHARCO DE SAN LORENZO

 

La costa norte de Gran Canaria es un paisaje blanco de espuma y aromas marineros es un pasaje hacia el noroeste con pequeños brotes románticos de la esencia clásica de lo que fue un vergel de plataneras y fincas, hoy olvidadas, desterradas, abandonadas, con la trágica mano de la evolución y el desamparo de 7 municipios que linda con sus costas y que miran para otro lado al mostrar la mejor estampa de sus lindes marineras

Multitud de núcleos que se van enlazando a lo largo de la orografía norteña y que arranca desde La capital y continúa por Arucas, Firgas, Moya, Guía, Galdar y Agaete, hasta morir a los pies del gran Faneque. Los barrancos más frondosos y escarpados arrancan desde las cumbres de Pinos de Galdar y conforman un paisaje lleno de pintorescos lugares con encanto agreste y rural, con el alisio como testigo fraternal de la gran despensa del norte


Volviendo a la costa para resaltar el patrón de San Felipe y su asentamiento al borde del mar norteño, de lo que hasta el otro día era una estampa increíble de cercados verdes de plataneras amurallados de sillares de toba, donde el trabajo duro de un pasado fructífero dio color y escape a los jornaleros del campo.

Allá de donde cuelga el gran cenobio de Valerón y cae sobre la obra de Ingeniería civil del Puente de Silva, desemboca los barranquillos del Hormiguero y el Calabozo. En su desembocadura arranca el núcleo habitado que va conformando la estampa costera y corre un pasillo de marismas y playas hasta el charco de San Lorenzo y el magnífico enclave del Roque, en el charco artificial, el encuentro veraniego de los paisanos de Moya y bañaderos, lugar concurrido de gran oferta gastronómica y de acampada con coches casas que sustituyen a los campos de plataneras.


Llegar hasta sus recónditos espacios en motos, es muy asequible, basta con tomar el desvío costero de acceso a Moya por el Roque y continuar costeando algo más de 2 km. Hacia la cuesta de los acantilados, hasta donde te deja los callejones bajo las columnas del puente de Silva, obviamente de aquel pasado esplendoroso, queda una costa castigada y deteriorada que sobrevive como escape vacacional de turismo del pueblo un lugar con encanto añejo olvidado, que bien merece una escapada para el recuerdo

Conoce, respeta y cuida tus islas




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

PASAJES AL MACHU PICCHU

Amaneció en el Valle Sagrado. Los Incas, establecieron aquí su imperio fundaron sus credenciales y adoraciones en toda su cultura se ad...

SIEMPRE ES MOMENTO PARA EL RECUERDO