La
nave espacial estaba en la calle o vía, por donde se mueven; ellos, le llaman
coche, pero es impresionante, abrieron compuertas y me metieron en la cabina,
en mi canastilla de seguridad, amarraron con clips, y sujeciones, yo detecte
que a través del gran ventanal se veía el mundo exterior, la cornisa del
hospital, lleno de ventanales y el cielo claro de luz sofocante, me pusieron
una especie de sombrilla para que la luz no me diera de frente a la cara; la
temperatura era agradable, a pesar que en la calle hacía calor, pude observar
mientras se baja el protector de tela, sobre mi cabeza; unos pájaros blancos
que volaban suspendidos en el cielo agitando sus alas. Yo señalé con el dedo y
exclamé mira papá. Ellos no me oyeron, hablaba para mis adentros; entendí años
después. ¡Claro! Pensé, ellos no me oyen por que no puedo emitir ruido, voces.
Haré una prueba; me puse a llorar a drenes, para ver si me escuchaban
inmediatamente cuatro ojos y dos manos agarraron la cesta con firmeza y ternura
y observaron si había alguna causa externa para la preocupación. Callé, anda,
miré con intensidad sus caras y creo que detectaron que les había engañado, y
me sentí extraña, era mi primera mentirijilla, entendí años después.
¡Guaauu
¡esto de vivir, aquí afuera; es impresionante, que divertido debe ser; creo que
mis padres piensan diferente y me están analizando constante, -pues que se
enteren que yo tambien a ellos- están conociéndose; comentaban unas señoras antiguas,
que me miraban con ternura y sonrisas desde otro estadio, era como imágenes
tridimensionales que parecía que solo yo podía verlas. Ellas me hacían
gorgoritos y me daban una sensación de felicidad y gracia incomparable, me
comentaban que me acompañarían siempre, para explicarme todo aquello que no
pudiera entender de la vida. Que disfrutara del amor y la belleza del destino
que me llevarían en volandas, en el aprendizaje e iba a descubrir cosas
maravillosas,
Cuando
abrieron la puerta del castillo, había escuchado unos ladridos fuertes y de alegría
-Era una banda sonora de recibimiento-, interpreté que debían ser los famosos
perros del que todo el mundo habla en las conversaciones, sobre todos mis
padres; que si la comida, que si rompieron la caseta, que si perdieron los
juguetes. Creo que son unos personajes estos animales… Ya los conoceré mejor,
en cuanto me actualice. Atravesamos una estancia acogedora que pareció un
enorme salón con objetos que no reconocía de entrada. Era muy cálido y las
paredes blancas envolvían resaltando el techo de maderas antiguas y travesaños.
¡Que interesante! Cuantas historias por conocer, pensé…
No hay comentarios:
Publicar un comentario