A mi aquel salón abierto de luz, me encantó, daba la sensación de estar al aire libre de la calle, por la altura del techo y la luminosidad que dejaba pasar las cristaleras. Mis padres se sentían muy bien después de los días en el hospital tan incomodos y ausentes, de esto que escuche llamar “dulce hogar” volvía a llorar, sin causa, era como si aliviara mi alegría de haber llegado a casa, claro no podía hablar, porque no me salía la voz, solo el pensamiento, - comprendía muchas cosas y divagaba- ensayaré con el llanto, me escucho y emito ese ruido, que no se parece en nada a lo bien que hablan mis padres, espero me enseñen pronto. Aunque las señoras mayores que me vienen a ver de vez en cuando dicen que el aprendizaje dura toda la vida hasta desaparecer, luego te comunicas en otra dimensión, pero solo cuando seas sabio, y yo todavía no se ni como estoy aquí y todas las cosas que necesito aprender.
Mama
vino y me dio la teta, consideró ese lugar mi fuente de alimentación y la
verdad que bien rica y nutritiva que es el alimento de mama. Si su contenido me
hace crecer rápido y puedo ayudarles en sus quehaceres diarios, comenzaré a
escapar de ser un bebe. Cuantas cosas hay alrededor, tendré que comenzar por observar
bien, lo que hacen los adultos, a través de los sonidos que emiten me llaman la
atención, por lo tanto, solo puedo observar para aprender a identificar y
reconocer todo. Menudo curro; me han asignado tan pequeña, yo solo quiero mamar
y dormir, aunque el sueño aquí afuera no es como el del vientre de mama, que se
estaba bien cálido y flotando. Aquí parece que los elementos externos como el
calor; Espacio, ruido, voces, traqueteos, pasos, gritos, magullos y ladridos externos
y el viento, ese aire que sopla como un ventilador y que mueve los elementos
que están sueltos o flexibles; todo parece una orquesta y conviven y distraen.
Mi
habitación es acogedora, y tiene muebles, una cuna antigua, un lugar para el
baño, un lugar para cambiarme el pañal; hay un orden muy novedoso, una butaca
cómoda, que debe ser para que mama me de el pecho, tiene muchas cosas, que iré
reconociendo, me tomaré la leche y el tiempo que conlleve actualizar mi
pequeñez. La ventana de la habitación da al patio grande y puedo ver la
pantalla grande que cuelga del techo e imita un jarrón enorme con paletas decorativas.
Mamá
es tan considerada, me mira y trata de descifrar mi contenido, esa parte suya
que salió de ella con el amor de mi padre, que cuando me mira siente tambien la
fuerza de un milagro, son tan buenos, espero poder crecer pronto, llorar poco y
comer mucho y dormir, comienzo a entender que solo le preocupa mi llanto como
un mecanismo de alarma por si me pasara algo, acuden rápido e intentan calmarme,
y a veces yo solo quiero hablar, otras; puede ser que la barriguilla me de
ciertas incomodidades, Es verdad que a veces preocupo más de lo normal a mis
padres cuando no me entienden, y no les puedo hablar todavía, tendremos que
interpretar el lenguaje de signos y el de la telepatía.
Yo
solo quiero comer y dormir, pero tengo que organizarme este salto tan abismal
que me han propiciado, y que estoy experimentando tantos cambios para adaptarme
a las circunstancias que es estresante. Y todas esas caras que aparecen por
aquí; debo ser una especie rara, me miran y me hacen sonrisitas, yo ni caso.
Son muchos y de momento tengo trabajo en organizar mi futuro y aprender la
comunicación con mis padres que me cuidan con atención constante. El resto
puede esperar y el gato puede esperar y los perros pueden esperar, y la traída
del agua puede esperar, y los pájaros, y mis tíos y… Increíble todo lo que he
dicho sin conocimiento aún.
No hay comentarios:
Publicar un comentario