Debe ser un pájaro anunciador
de presagios buenos, sus cantos tienen que ver más con graznidos que con
trinos, no entiendo la melodía de estas pequeñas aves, pero deduzco por el tono
y la intensidad de su canto, que es adulto, libre resuelto, que posiblemente
este enamorado o llamando al amor. O a la primavera en puertas, tal vez, lo que
realmente más me desconcierta es el madrugón que se pega el tipo, el primero del amanecer, el que madruga ya sabemos, anuncia la aurora, mientras se ubica en
las ramas de los almendreros en flor. Intento en la oscuridad de la azotea y
por el sonido ubicar al cretino, que aplica altavoz vespertino y hace gárgaras con
su canto, aunque parece repetir los mismos estribillos.
Al principio recordando al
abuelo y su afición a la ornitología, pensé que era un capirote de esos canarios
barítonos con voz potente y mensajes claros de marcar un territorio, este
jilguerillo del país, se ha posicionado en la vecindad con nuestra casa, creo
que esta en las ramas del olivo que cuelga al barranco, o en los almendreros
del vecino que aún tienen flores hermosas. Pero, si aun no ha desperezado ni la
mitad del rosario de la aurora y este angelito volátil, se ha ido arriba en el
trino, será ciego, anunciará la primavera con esas intuiciones que tienen las
aves, posiblemente. Aunque me quedo con las ganas de ver su estampa, pues furtivo
y potente se manifiesta en el despertar. Y la noche aun no ha dicho me rindo, al
sol diurno todavía.
Me alegra escuchar los pájaros en la madrugada, es un grito a la vida, un canto al amor, una oda a la naturaleza. Cuanta fuerza tienen estas especies que acompañan la melodía de la tierra en su primavera natural. Que vociferan aleteando con todo su poder el grito de felicidad de la vida. Si no puedo pillarlo en foto, intentaré grabarlo en la oscuridad, para que ustedes se entusiasmen con el misterio del pájaro que canta en la madrugada. Un tipo raro, como los borrachos majaderos que llegan en la amanecida con las cantinas, pero evidentemente este, encuentra su mejor aula de ensayo en el amanecer, su conservatorio de prácticas, cuando todo es silencio y las estrellas aun desperezan y la vida en la tierra se enciende con los sonidos del hogar, lentamente la sutil luminosidad de la aurora, va callando a los intrépidos
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