Buenos días mundo
Hemos hecho tantas cosas en la vida, que parece que hemos vivido muchas paralelas.
Los años de infancia y descubrimiento del mundo que nos rodeaba, nos supuso grabar a fuego los recuerdos, hasta bien avanzado los años setenta, todo era un descubrimiento y una revolución. Provocamos el cambio en muchas cosas y siempre estábamos ávidos de porvenir
La felicidad se podía medir en simples gestos, pequeñas alegrías, no era gratis, pero el punto de intercambio se producía con sencillez y emotividad. El frío, calor como agentes externos, nos trasportaba a la conciencia del clima y sus condicionantes. Las novedades técnicas se manifestaban lentamente en los coches y motos o maquinaria. Empezaba el boom industrial.
Y corrimos todos a por el sueño de poseerlo. Tener una moto, era sinónimo de máxima expresión de reconocimiento. Había que trabajar duro, en la construcción y ajustes para estirar los míseros jornales. Pero poco a poco se fue llenando nuestras vidas de objetos recién construidos para hacernos más civilizados y curiosos
En la foto, una bella estampa de mis tíos. Antonio. De pie muy jovencito y apuesto. Sentado en la moto. Servando y Ramón. Niños. Mis tíos más jóvenes..!! ahí delante de la casa de mis abuelos maternos. En plena construcción. En la Pepina. La Gavia. Increíble el valor de atrapar ese segundo de felicidad. Escapando en sueños con la Garelli de Antonio. Un lujo para la época.. Y los sentidos. (Año 1965)
Sean Felices
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