Deja que suelte la palabra, que labre el pensamiento en un caudal de lectura e inspiración, la suerte de tener el mecanismo que elabora el tejido literario para disfrute del pensamiento activo. Soñar y contar los sueños, vivir y contar la vida desde la observación y las perspectivas. Es la melodía de la lectura quien lleva en volandas la suerte del encuentro. la filosofía de una vida buscando la plenitud a través de jugar con las letras y los mensajes encriptados que desvelan belleza literaria

miércoles, 25 de enero de 2017

ESTAMPIDOS DE CONGOJA





De pronto, empezó a tronar, Estampidos de congoja. Pensé que iba llover y una ligera angustia me disipó otro escenario. Estaba en pleno bombardeo en Alepo, Siria. La gente corría, a los bajos de los edificios, carcomidos por la metralla. Calles desbastadas por el capricho de descabellados. Sangre, tierra y metales doblados. Sudor y lágrimas

Donde me encontraba, me sentía a salvo. Pero los cañonazos, aumentaban y también su potencia. Como es posible que nadie detenga esta barbarie.. Pensé

Hombres desencajados con niños heridos y gritos de pavor. De gente atrapada. Entre cascotes  y mientras seguían lloviendo misiles. Cada vez más cerca de mi refugio.. Estampidos que hacían saltar en mil pedazos, arrasando de metralla todo lo que estaba a la vista.

Cerré fuertemente los ojos e intenté. Olvidar tantas horribles secuencias e imágenes.
Hasta que salté del sueño, como si me hubiera impactado un cañonazo delante de mí


Me puse en pié, me acerque a la ventana. Y otro estampido hizo temblar la casa, dejó el Valle de las Haciendas totalmente iluminado de colores. Bengalas chispeantes pintaban el cielo. Y detrás le sucedían las estrellas enormes que explotaban como un volcán de fuego.. Y uno tras otro era un festival de taponazos y palmeras gigantes, que daban un concierto en la madrugada.

Maldita sea..!!  Los fuegos artificiales de Valsequillo.  Tuve que aguantar larga media hora junto a la ventana, solo oyendo ruido y mirando resplandores, la banda sonora de Ramoncito, volvió amenizar a San Miguel. Desde la montaña "El anís" volvió a espantar al diablo. Que anduvo suelto y malcriado.. exhibiendo su cornamenta extravagante de colores

Esta mañana, mientras bajaba en moto, recordé la pesadilla y los sueños. El poder de la mente para dibujar escenarios. Al cruzar el puente chico y el callejón que avista el barranco San Miguel. Respiraba un fuertemente olor a pólvora quemada. Olor concentrado de la buena quemada de pirotecnia. Casquillos de plásticos y cartón, palitos y cenizas decoraban la carretera. Entonces volví a Siria. Para intentar mezclar el olor y dibujar el otro escenario del holocausto activo..

Maldita sea.. !! Con rabia mental. Por que no se gastarán el dinero del armamento de guerra en fuegos de artificio. Estos desalmados.

Sean felices..

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