Los
pagos de las medianías altas entre Galdar y Guía, esconden magníficos recovecos
de poblaciones asentadas y rincones de autentico encanto olvidado, La isla a
medida que nos metemos en su norte geográfico, se reserva la esencia de sus
antepasados desde sus casas cuevas a sus tierras de herencias familiares que se
niegan al abandono, recuperándolas para nuevas fórmulas de supervivencia, aunque
muchos de sus avatares siguen siendo tradiciones del cotidiano.
RUTA
APTA PARA TODO TIPO DE MOTOS.
Hoy vamos a conocer La Hoya
de Pineda. El topónimo tiene su
origen en la antigua posesión del Vínculo de Pineda. María de Bethencourt, hija
de Maciot de Bethencourt y Luisa Fernández Guanarteme, que antes de ser
bautizada era la descendiente de los guanartemes infanta Thenesoya, fundó en
1543 el Vínculo de La Hoya de Pineda, mayorazgo que tomó este nombre por su
matrimonio con Jerónimo de Pineda.
Este lugar tiene un interés cultural patrimonial, y aborigen, por su asentamiento de la Hoya de los Guanches. Vamos a descubrirlo. Tomamos la GC-220. Que arranca desde la rotonda de la GC-2 en la pequeña ermita de San Isidro el viejo. Galdar. remontamos rampa arriba por las Quintanas y el Agazal, para ir ganando altura hacia Buenavista y los Silos. Donde entramos en la garganta del Barranco de Anzofé para dibujar a la izquierda la degollada de la Hoya de Pineda y el cabezo arriba eregído separando los barrancos. Continuamos entrando por la falta de Pico Viento donde baja el barranco de Anzofé entre tierras de barros y vaguadas.
Entramos
en el cruce de izquierda que indica Hoya Pineda y baja por el Lomo de los
coronados y el de Tirior hasta llegar a la degollada donde se asienta el
pueblo, comentar que se encuentra en la linde de los dos municipios entre guía y
Galdar, siendo el barranco de Anzofé tales rayas divisorias. Vamos internándonos
hacia los cruces de derecha que nos llevan y meten entre los vergeles
frutícolas y de hortalizas de la Hoya de los guanches. Donde la gran hacienda antigua
del mayorazgo de la hoya destaca en sus ruinas como un patrimonio abandonado de
desidia, indagamos el pasado esplendoroso que tuvo la Hoya en las labores de cultivo
y asentamiento cuyos restos aún perviven, volvemos a subir a la degollada
después de llegar al final y vemos la mejor estampa del cabezo, que cuelga
arriba sobre la Hoya de Pineda dándoles el esplendor de su paisaje.
a desde la degollada para bajar hasta a ermita de San Antonio, que se asienta en la orilla de la hoya donde arranca el barranco de las boticarias que baja a Santa maría de Guía. En próximos capítulos descubriremos este descenso antiguo de conexión con el pueblo del queso donde los pastores y los magos tomaban el atajo de las cañadas por la cruz de los andenes para llegar con la mercancía a tiempo.
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