sábado, 4 de febrero de 2023

EL ULTIMO SOLDADO DEL CUARTEL DEL COLMENAR –VALSEQUILLO-

 


Juan Ortega Ortega nació en enero de 1921. El bien llamado “Padre de los Ortegas” vino al mundo en los Mocanes, barrio de Valsequillo, junto a nueve hermanos, cruzó entre tinieblas, hambruna y frío, la resistencia de este hermoso pueblo de medianías. Creció se hizo joven y en el honor de ser el mayor de la familia, tomó las riendas de servir a una España a la deriva entre república y dictadura. Lo primero podía ser bueno, aunque lo desconocía, y a lo segundo y que sus vecinos mayores de edad, fueron recluidos para luchar en un frente inventado por otro “gallito” gallego. Los llevo a enfrentar dos Españas y a pasar penurias en una isla de carácter dependiente como Gran Canaria.

Ante la demanda de soldados y milicias, con los padres de la patria luchando a la deriva en el frente del 36, Juan Ortega fue llamado a filas, y sirvió en las Palmas, ante la previsible demanda de juventudes con tan solo 17 años. Su coyuntural formalidad de canarión noble y rural, le aupó a ganarse la confianza y sintonía de sus mandos, y en el destino final. Fue enviado a su pueblo. Valsequillo. A la casa Cuartel del Colmenar. Un destacamento a la deriva en una localidad de medianías. Claro que la evidencia de ser natalidad familiar de un ilustre como Don Benito Perez Galdós, afiliado en familia al poder de la gobernación militar, les facilitó a la virtud de su suerte, poder estar sirviendo militarmente cerca de casa.

La historia nos recuerda que fue el último soldado en realizar las milicias en Valsequillo, en el cuartel del Colmenar, auspiciado desde el siglo XVII en adelante. Juanito Ortega Ortega, además, pilló una de las descendencias familiares de mayor arraigo en Valsequillo. Cuyo apellido se reparte por los  barrios municipales de medianías, siendo todos sus miembros de la misma naturaleza Valsequillera, Tan solo uno de sus miembros tío del fallecido Benigno se fue a cuba, en aquellos misericordiosos años de decadencia, con la ayuda de un préstamo familiar de Miguel otro tío. Y en una de esas secuencias de relato fue llamado por entidad familiar, años después para enviarles una foto de familia al cubano. Reunieron a la familia y Miguel que esperaba la devolución de los reales de vellón, prestados para la ocasión por el hermano para viajar al caribe, con la promesa de la devolución, tubo la feliz idea en el retrato oficial, cuando el retratista le dijo que levantara la barbilla, que el la levantaba pero que le devolviera el préstamo realizado para la partida.


Los Ortega fueron y son luchadora y noble familia en las Vegas de Valsequillo, su carácter abierto y simbólico del patriarca, vendedor de Yerbas en el mercado de Las Palmas, para las cabras de la gente rica que tenían en las azoteas de la capital, les marcó el reconocimiento de elocuentes y salerosos. Cuando murió una tía en el siglo XVIII y el culto de la muerte cobraba otra dimensión social, organizando a los avisadores por barrios y lugares. Para dar la citación al entierro. Hablaban entre la organización familiar, como les comunicaba a los vecinos del pueblo el parentesco del muerto. Que si la señora, que tocaba las campanas de la iglesia San Miguel, que si la tía de Josefita… entre tanto vaivén, Miguel Ortega, tío de Juanito el recién fallecido, largo con estupendo entusiasmo a todos los citadores. Ustedes solo tienen que decir.” Que ha muerto la madre de los Ortega” Y con esta valía pretensiosa y social marcaba una diferencia de antaño.

Juanito Ortega Murió con 102 años. tras una larga vida activa y feliz, Aun recordamos su etapa del bar Las Vegas, con las mejores ·Vueltas de carne a la plancha· de medianías, una habilidad que supo explotar en otro tiempo tan necesario de creatividad y entusiasmo, un hombre que tuvo el honor de cultivar una gran familia y vivir más allá de su tiempo siendo uno de los baluartes más antiguos de Valsequillo.

Honor familiar y recuerdo perenne al último soldado del Cuartel del Colmenar bajo, de Valsequillo “Juanito Ortega”. Todo el cariño a sus hijo e hijas que han mantenido la leyenda de su vida, y a la memoria de su hermana, la pequeña de la familia, que le restaba veinte años menos Nievita ortega. Luchadora del apellido y de la última tienda de aceite y vinagre de valsequillo en las Vegas. Pero eso es otra historia…


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