Uno de los compases más misteriosos de las indagaciones, para ubicar al Sajorín en el esquema familiar del tatarabuelo Francés que luchó en las Guerras napoleónicas, puede producirse cuando la familia Ramirez, lo adquiere como sirviente en su finca, la naturaleza de su identidad tal vez le convierte en un hombre silencioso, que poco a poco va reencontrando su camino, principalmente por que al venir con un idioma diferente al español, ya era un hándicap, para la comunicación, deduciendo en esta tesis, las interpretaciones bondadosas y lentas de su aprendizaje. Evidentemente su enorme naturaleza e inteligencia le llevo a descubrir lentamente un espacio en la sociedad donde poder avanzar en un camino de realización personal, con el factor de la suerte tras el destierro. Su impronta de observador nato, maestro de las artes de elaboración, hombre que había obtenido estudios en el país galo, tal vez de una familia arraigada con los poderes militares o públicos y en la sintonía de un joven rebelde de ideales pacíficos que pudo tomar riendas con su propia vida, al negar su condición de salvador de patrias. Todas estas hipótesis de supervivencia pudieron llevar al tatarabuelo francés aparecer en la vida de los Ramirez, en ese viaje de prisionero de guerra a los reinos de España.
El
desarrollo de su vida en el Barranco de Graciaruiz, pone en antecedentes otra
laguna que nadie interpreta de momento, pues los más antiguos que trajeron noticias
se las llevaron al otro mundo, quedando la nostalgia de preguntas que nos se
hicieron en su tiempo, por quienes hoy aún viven y deberían haber revindicado
su existencia anterior a través de padres y abuelos. Si bien es verdad, que mi
bisabuelo, Antonio Ramirez, murió joven, tanto que el abuelo Miguel aproximaba
el recuerdo de su bisabuelo, el Sajorín, con la misma niñez, que a su padre Antonio
casado con Rosita amador, que ya había perdido a finales de los años 30 /40 y
por ello la impronta necesidad tras la guerra, de formar una nueva familia con
Benita en aquellos apuntes de su encuentro, antes de partir al frente del 36 y
tres años y medio después cuando acaba y vuelve a recuperar a su amada.
Otra
hipótesis que aun nos falta barajar y gestionar por las casualidades
cabalísticas de fechas y apuntes, que puedan ir cuadrando la tesis del
descubrimiento. Sería, que el Tatarabuelo francés, fuera hijo de uno de
aquellos soldados venidos como prisioneros de la Guerras Napoleónicas, que hubiera nacido de mujer canaria y
padre francés y acabara por las casualidades de la vida, viviendo en Graciaruiz,
esta interrogante vuelve a ajustar fechas, para que las diferencias entre
padres e hijos con las tolerancias oportunas puedan entrar en ese sorteo de
casualidad. Lo siguiente; Por que el único testimonio que confirma la veracidad
de abuelo francés reconocido por su nieta la tía abuela Maria, -la monja- a
través de familia viva actualmente. Pondría la única duda si era su abuelo, o
bisabuelo. Ya que lo que si confirma con certeza es que era y venía de Francia.
Tras
las necesarias dudas de existencialismo de nuestros antepasados en base a los reconocimientos
actualizados y contrastados, seguimos narrando el cuento con la literatura de
personajes y escenas cercanas a una realidad paralela, para poder entender el
futuro, debemos desvelar el pasado en su más cercana similitud.
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