El invierno se convierte en una larga primavera, que se va enfriando en las noches claras de tarosadas y relentes, el paisaje de Gran Canaria, pinta de verde potente toda la isla, y es que aquellas lluvias de finales de septiembre, han calado en unos campos agradecidos. El paseo en moto de reconocimiento y disfrute se hace obligado, reencontrarse con esa cara alegre de la isla, es un regalo para los ojos de todos.
Volvemos a los rincones de Gran Canaria, esos que están ahí, tan cerca y no los desvelamos, barrio a barrio, caminos lentos a pistas rápidas, de todos los asfaltos y pavimentos, de todas los anchos y vías. Conocer cada rincón es nuestra asignatura y la de ustedes descubrirlos igualmente, puede que nuestro concepto de la idiosincrasia de las islas cambie para siempre.
Nos
vamos a las cercanías de Telde. Tomamos como punto de partida la Texaco del
cubillo, esa que está entrando a la Ciudad de Telde, cruzando el puente de los
“Siete ojos” después de tomarnos el cafecito volvemos a cruzar el puente y nos
vamos, por la antigua GC-100 en dirección a Jinámar. Ese barrio que vemos encima,
en la rivera del barranco mirando al puente, se llama Cendro y junto con Tara
al otro lado, son los núcleos aborígenes más antiguos de Telde. Nosotros
avanzamos por las casas de la primavera que sigue dando la cara al real de
Telde. Después de cambiar la divisoria hacia la cara del cortijo de San
Ignacio, A la altura de la rotonda de la Cruz de la Gallina, entramos por el
acceso de izquierda a la Primavera alta y caserones.
Curiosa
la estampa desnuda de una finca que fue en otra época un vergel amurallado hoy
tristemente saqueada y destrozado su patrimonio.
En
el barrio de caserones encontramos varias opciones de salida, hacia la vuelta
López unos kilómetros más abajo, o hacia cendro, todo ello hilado por pequeñas
callejuelas que se enlaza para abrirse hacia la GC-80, que sube hacia Santa
Brígida por Higuera Canaria, el Palmital y barranco de las Goteras – Atalaya, o
hacia Valsequillo por San Roque.
Esta
zona tiene el crecimiento de los barrios aledaños a las grandes ciudades, mal
estructurados en urbanismo y pobre estampa de habitabilidad, aunque lo mejor
sin duda del recorrido son las bonitas panorámicas que encierran sus lomas
altas sin vegetación que atrapa la mirada exclusiva hasta la amplia costa de
Telde por el Este.
Conoce, descubre y disfruta, sobre todo cuida tu tierra…
No hay comentarios:
Publicar un comentario