En el desfile de la mañana
tus patas largas hurgan la tierra en busca de alimentos, la esbelta elegancia
de tus andares y plumaje conforman una silueta de excepción ante una bandada de
aves que buscan escarbando su supervivencia, de ahí las lagunas inundadas, las
tierras de marismas ahogadas de vida submarina e insectos. Flamencos que pasean
en su caza, en un hogar temporal que pronto el sol evapora, ahí la vida es
abundancia y las colonias de estas maravillas del vuelo raso, amainan las aguas
con sus patas de alambre y su pico de garfio, el sol despunta en su nacimiento
naranja, pronto la inmensidad de su luz, cegará la tierra mojada y los cantos
de las grullas, será un concierto desentonado que sonara más allá de las
bandadas que se mueven en un rito ancestral de supervivencia y liturgia animal.
Tierra que mueves los elementos, Luz que brilla sobre la vida. agua que sobrevive
los alimentos, madre del despertar del nuevo día.
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