antigua iglesia de Cazadores ahora restaurada |
A menudo el reconocimiento del paisaje, se esconde en los caprichos de la naturaleza, en sus recovecos y en la infinita orografía de una isla que el efecto del tiempo y sus constantes cambios hacen un jeroglífico para descubrir sus pueblos, topónimos y lugares con encanto, pararse a descubrirlos debe ser una asignatura pendiente para los curiosos, los inconformistas y los motoristas aventureros que ven más allá del placer del rodaje los escenarios por donde discurre sus aventuras.
Hoy hacemos una ruta de
ascenso en una de las rampas más pendientes de la isla redonda, la carretera GC120
Esa que sube desde la Pasadilla de Ingenio, al barrio de Cazadores, nosotros
después de tomar rumbo hacia la Pasadilla, vamos a continuar hacia la cumbre,
siempre por la rampa principal, sin olvidar ir identificando los barrancos que
rodean este circo montañoso que sube a las cumbres. A la izquierda nos acompaña
el barranco de la Sierra, que nace en la cañada de la perra, justo encima de cazadores,
a la derecha, el barranco menos profundo de la cañada morisca, que más abajo se
llama Draguillo y que nace en el Malpaso.
El primer cruce sin señalizar que nos encontramos a la izquierda,
debemos estar atento tiene un acceso de escasos kilómetros al interior del
barrio del Vijete, y su peculiaridad más importante, son las casas cuevas que
destacan sus rasos blancos en las laderas del barranco y forman una bonita
estampa rural, entre el Lomo del caballo que separa la última cresta con el
barranco de Guayadeque y la degollada de rispa.
Continuamos subiendo después
de las fotos pertinentes, por esos andurriales de primavera que están en pleno
esplendor de floración y verdor, pasamos, Gindaledan, Las moriscas, capitán, La
hoya de medina, y el siguiente cruce en el Majalete, entra a la derecha, por la
Solana, aquí el desvío es prácticamente aéreo, pues las vistas son realmente
espectaculares, encontramos el barranco que nace en cazadores, que desciende
cogiendo altura, por la solana, El Moreno, Los Marrubios, el cabezote, el
Morrete, y se nos pierde la vista en la caída prácticamente vertical hacia los
llanos del conde y los volcanes de Rociana, en dirección a la costa de Telde. El
barrio del Moreno se asienta sobre la cresta del Lomito, y existen un asentamiento
importante de vecinos del pago de Telde e Ingenio, a ambos lados de las
laderas, arriba encontramos la bucólica estampa cumbrera de las dos Iglesias de
Cazadores. La vieja restaurada y la nueva activa. Lugar donde tenemos la
oportunidad de tomarnos algo o comer en la Cueva Jonda. Mientras pensamos la
nueva ruta de nuestra continua búsqueda de lugares olvidados.
La carretera es de buen firme
asfaltado estrecha, sucia de vegetación invasora y muy parcheada en algunos
puntos, es lugar de paso prácticamente de vecinos a sus tierras y cuevas, dejarse
oír con el claxon en curvas invisibles es una buena idea, para no sorprendernos
de algún despistado que no, nos espera al paso. Hay momentos del viaje que
desconocemos de su existencia en el amplio abanico de ruralidad, cuestión que
nos abre una nueva dimensión de la isla que conocemos, la que se esconde, la
que vemos día a día. Acabamos saliendo a la carretera general de Telde a Los
Marteles, justo debajo de la montaña, de cazadores en un cruce en plena curva.
Un excelente paseo para todo
tipo de motocicletas, preferiblemente holgadas de potencia, por la rampa
inicial de medianía a cumbres
Conoce, descubre y cuida tu
tierra.
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