Soplado por el viento, mecido por la mar, pintado por la aurora, dormido por las sombras, al despertar, añorado por la belleza constante de su luz y matices, Cuanta armonía baila en la soledad del mar, cuantas historias cuelgan tus velas, cuantas tormentas tus nubarrones y puestas de sol en un altar.
Y el halo de tu luz que no cesa, y el latir de tu vida que danza en movimientos, que corren tras del sol, delante de la vida. Tal vez tus ojos no logren ver los colores, ni tu alma sentir la nostalgia del tiempo, pero la melodía sigue sonando, la tierra sigue girando, por los siglos de su verdad, cuanta belleza serena, armonía en una postal.
Y volverá el mañana a levantar tus sueños, y volverá el mañana a brillar, despierta pronto que el mundo sigue girando y no va a parar. nuestra vida son estaciones, es lucha por la realidad, es valiente quien trabaja por la esperanza y la justicia social
Y en las arrugas de tu piel, curtida va la experiencia de esa lucha sinigual, somos mensajeros del tiempo, que pasamos de puntillas por la corteza de la tierra, apenas unas huellas para seguir el camino, apenas aliento para justificar el destino…
Gira el mundo, gira.
Gira el mundo gira, y no somos conscientes de la velocidad del tiempo. Si esa ligereza del movimiento la trasladamos al asiento de un coche, tendría que ser un F-1 hipersónico, mucho más que supersónico, una velocidad imposible de soportar si no fuera por el tamaño de la tierra y su baile en el universo. ¿A que no me entienden? Bueno, matizamos y hacemos una operación de cálculo simple. Si la tierra gira a una velocidad de 1666 km / h. y se desplaza a una velocidad de 108.300 km/h y apenas notamos el movimiento por las fuerzas gravitatorias. Es que estamos pegados a la corteza terrestre de esta nave. Evidentemente. De ahí algunos seres humanos de conciencia medía. Apuntan anécdotas tan inteligentes para su naturaleza. Como: Que rápido pasa el tiempo. Como corren los días, o como vuelan los años. y si el día se mide por la franja horaria de las 24 h. de las cuales. 8 son para trabajar, 8 para dormir y 8 para tiempo libre. Nos vamos dando cuenta con la edad. Que la velocidad a la que la tierra gira organizando el tiempo, es tan real como espectacular y se va comiendo todos esos espacios, dejando que la ensalada de la distribución del día, organice la luz, la noche y las sombras. Sin contar con los elementos del tiempo atmosférico que ayudan a favorecer el circuito de velocidad, según el aprovechamiento de cada programación de inteligencia, según el concepto de supervivencia de cada uno. El dilema es como actuar en un mundo tan fugaz que regala una vida a millones de formas y maneras de expresarlas. A una riqueza profusa de acontecimientos y realidades, tantas, como para dejar a la inteligencia y su capacidad en aislamiento por universal y limitada a la capacidad del raciocinio del ser humano y a la naturaleza del orden cósmico.
Ahora es cuando viene a cuento, la narración del enfoque literario. Claro otro año que se escapa en el casillero numérico y en la evolución del ser humano y las especies. Y nuestro ilustrado y adelantado charles Darwin, que observó, más que actuó retuvo las porciones del tiempo en la evolución de todas las especies. Hasta que cuestiono el pensamiento mas profundo del ser humano. Que significado le damos a nuestra existencia.
Probablemente volvamos a decir aquello de que rápido pasa el tiempo y de él formamos parte inclusiva con nuestras vidas y sigamos preguntando al universo y observando la evolución del rastro que deja el tiempo a su velocidad de paso.
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