Buenos
chicos, comienza una nueva cuenta atrás… Dura verdad, no. Real, como las consecuencias
de nuestros anhelos. No somos moneda de cambio, nuestra moneda pudiera ser como
el bitcoin, que tiene un valor en alza constante, según los resultados. ¿Por
qué? Por que la libertad de nuestras conciencias sociales, está muy por encima
del valor que otros quieren negociar para sus mandatos.
Cuando
no hay renuncia al colapso –Librarse de los egos del poder- a los números, a los
entenderes, a la realidad de las demandas verdaderas. La congestión contagia a
todo el equipo “ganador”. Y los convierten en afortunados infelices, más cerca
del caos, que de la gloria.
Déjenlo
ya, por favor. Salgan por la puerta grande, Les reproché un día – hace meses-
sentado en su capitolio; Al alcalde y al “muchacho este de las Vegas” que
absorbe la garantía por poco tiempo, del surtidor de los votos del poder, -sin
representación en la sala- Que miedo. Hoy por mucho que intenté interpretar las
señales que enviaba la sala y los electos. Solo entendí dos mensajes, claros y
concisos.
La
elegancia y honestidad de Asamblea Valsequillera, que lejos de atacar con
audacia, se limitó al argumento que sigue alimentando la ilusión de los suyos.
Mantener el respeto a las decisiones y defender el honor de ser fieles a sus
principios, con una lucha sin cuartel, contra las contrariedades. Juan Carlos,
repasó con la elegancia acostumbrada, los parabienes de la necesidad del cambio,
garantizó la vigilancia de los que, usando la libertad democrática, puedan hacer
de sus malas gestiones caprichos. Agradeció a sus militantes el duro trabajo
que se les exige, marcó con la línea de valentía y humildad el esfuerzo constante
y la esperanza perenne. Tal vez la inteligencia de un pueblo mitad cautivo,
mitad dependiente, pueda revalorizarse en conciencia y libertad, para ello
debemos seguir la línea trazada. La asamblea democrática y sabia debe guiarnos
por el camino correcto.
Hoy
vi un bastón de mando al que le pedían magia para continuar con esta farsa. Observé
que solo quedan los aduladores del poder, los peones del tablero, que ríen a
carcajadas la soledad del poder. No importa cuanto dure, nadie se libra del
juicio final.
Como
en las batallas medievales, el honor y la lealtad no es moneda de cambio, Y es
verdad que bien sufre, quien bien aguanta. Y en el fondo de nuestros instintos
nuestras batallas están siempre ganadas. Por que percibimos diferente, profesamos
diferente, cavilamos diferente y nos une el bien de la comunidad, que no tiene
por que ser fieles a los principios de nadie. Si a la libertad, sin condiciones
de todos. La cultura del valor en alza.
Y
la segunda lectura de la mañana. Me volvió a enternecer Ana María, el futuro de
esta asamblea democrática. Me dijo que, si en el acto de protocolo de toma de
posesión, al que le había invitado su padre se aburría -muestra un buen texto
sugestivo- Me sacó un libro de mujeres valientes en la historia, me leeré el libro,
con el entusiasmo acostumbrado. No he venido a perder el tiempo con gente con
la que no puedo simpatizar. Grande y noble el futuro de Asamblea Valsequillera.
Gracias,
Juan Carlos, Inma, Cristian, Armando. – cada vez, más compañeros- Por dejar
nuestro honor legítimo bien representado, con la filosofía del mejor partido político
de la historia de Valsequillo.
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