RINCONES DE GRAN CANARIA
Degollada o paso de Ronda – Tejeda
Cuantas veces sucede, que la
nueva ruta que emprendes con la moto, tiene tanta información y variedades en
forma turística, cultural, geológica o natural. Que simplemente no la ordenas
en el casillero del descubrimiento y se queda en la imagen de la idea en la
memoria
Si a todas las variedades paisajísticas,
le añadimos las temporales tenemos que reinterpretar todos los escenarios por
los que normalmente nos identificamos. Vaya esta sinopsis, como aportación para
contemplar otras maneras de descubrir nuestro paraíso Canarias. Tantos pequeños
pueblos salpicados, barrios pequeños que viven a la sombra de los riscos, o en el
cálido valle. En solanas o umbrías, barranquillos y Lomitos, lugares que ni
siquiera podemos ver en la mirada fugaz de tanta belleza escondida
Por ello hagamos de ojos de navegante
intentando acercar, reconocer y localizar estos núcleos que se escapan a nuestro
interés, por cercanía, desconocimiento o brutal oferta de variedades a buen seguro,
te podrán sorprender su enclave, su historia o simplemente su estampa. Muchos
de sus topónimos corresponden a sus tiempos de asentamiento y como todo en la
volátil memoria se va difuminando según el interés y los notarios del tiempo
El barranco del Juncal nace en la
cara suroeste del Aserrador, donde la degollada del humo encontramos el cruce
que bifurca varios barrios de la cuenca, el de la derecha que cruza la
degollada baja por la Montaña del Humo, hacia el toscón y Carrizal, el de la
izquierda que serpentea la depresión con el contrafuerte de los riscos de Chimirique
y Almacenes, baja al barranco del Juncal y Pajonales
Es en este barrio más al Sur de Tejeda donde encontramos diferentes enclaves y localizaciones salpicadas por la espectacular geografía de cumbres. La Cordillera de Inagua, se extiende y pierde hacia el noroeste con la cadena montañosa y su brutal depresión hacia la cuenca. Ahí cuando el barranco se estrecha y profundiza localizamos el enclave del barrio del Juncal, asentado casi al fondo del barranco, cuya ladera sur, arranca el pinar de pajonales y Ojeda. Es fácil pensar que los manantiales, pastos y frutales cuidaron de la población y ganadería aborigen, que tras la conquista y su evolución llegó el Pinar y sus “Pinocheros” y otra subsistencia enraizó el canario de tierra adentro.
En la degollada de Ronda sus casas
cuevas y su pequeño núcleo de paisanos disfrutan de cumbres y barrancos, de paz
y belleza en un lugar privilegiado de Gran Canaria. El nuevo fenómeno del
caminante regala turismo de interior y descubrimiento de un oasis de paz rural,
con sus viviendas vacacionales
Para los amigos de la moto y sus
posibilidades, encontramos un cruce de caminos que nos lleva a la variedad de
asfalto y tierra viable, con salida a través de Pajonales y Ñameritas al
embalse de las niñas, a los caprichos de una naturaleza brutal y su encanto paisajístico
que magnifica una parte recóndita de la isla de Gran Canaria.
Accesos directos desde Ayacata o
Tejeda, por asfalto. o desde la Cruz de San Antonio por tierra Mogán. Ahora
allí, es primavera y la esencia de su magia rural enamora con el canto de los pájaros,
la niebla que acaricia el rostro y el sonido del agua por el barranco.
Cuida y disfruta nuestra isla.