Comienza el verano en su tiempo de calendario, aun ahora mientras escribo esta ruta, a través de la ventana de casa en Valsequillo, la llovizna fina, el “chirimiri” calabobos lleva unas horas resistiéndose a dejar de refrescar los campos de las medianías, es un fenómeno increíble los alisios, capaces de convertir una de Solajero, en una agradable tarde de otoño olvidado. Me pongo a seleccionar rutas y me sorprende descubrir la cantidad de rincones y atajos que descubrimos si nos aventuramos en las cercanías, pues la evidencia que las islas canarias son mucho más grandes y ricas en variedad paisajística, es solo cuestión de ponerse a descubrir.
Ruta apta para todo tipo de motos
La ruta de Hoy, la vamos a situar en el pago de
San Mateo, y del barranco de la Mina, el que más abajo se llamará Guiniguada y
que muere en la capital de la isla. Arriba en su nacimiento la degollada de
becerra, cae encajonado con bellas y antiguas cascadas de agua natural, que
acabaron canalizando, a través del barranco la mina y en su descenso, se va
abriendo el paisaje maravilloso de las Lagunetas. Vamos a partir del bar de
Juan Perera, Ca, perera en las Lagunetas, que todo el mundo conoce, por ser la
que accede al parador y las cumbres. tomamos el café de rigor y justo al lado
del bar entra la pista estrecha de buen asfalto GC155, que va por la Merina y
comienza a bajar la solana alejándose hacia el barranco y recorriendo núcleos
habitados de bella estampa, Tenorio, Mondonado, La Longuera, el puente del
mudo, llegamos al fondo del barranco con una vegetación agradable, de mimbreras
y abedules y contemplando la bella estampa de Lagunetas y la mina arriba, con
las casas de la corte, bajo el risco pintado
una estampa de umbría que nos va subiendo ahora entre núcleos habitados
a las Lagunetas. El Vinco, y el calvario ese pequeño monumento cristiano con
tres cruces giramos a la izquierda para seguir hacia otro núcleo habitado
llamado las Vegas.
El siguiente núcleo es el Lomito de las vegas, y
el que está más allá encima de la Montañeta, el Castillo. En invierno estos
lugares gozan de un encanto brutal, con los grupos de viviendas recogidas en
roquetes y miradores, es todo un ejemplo de la distribución urbana por familias,
desde tiempos antaño, continuamos sin prisas, parando y fotografiando y
rodeamos el núcleo central de Las Lagunetas con su esbelta Iglesia y ese
encanto de pueblo de cumbres que lo arropa, paseamos por la calle mayor que
tiene varios restaurantes coquetos donde disfrutar de un buen Yantar, y
localización aérea de todo el recorrido que hemos desarrollado bajando por la
solana.
Añadir que el topónimo de Lagunetas hace
referencia a las pocetas de agua, que habían en el barranco, algo parecido a
Pilancones, y que si tenemos ganas de seguir descubriendo este hermoso pueblo
lleno de detalles e historias, podemos charlar con la gente mayor y nos dará un
repaso general a nuestros conocimientos de este lugar, multitud de molinos de
agua, bellas casonas coloniales de los que vinieron con “perras de cuba” y
sobre todo unos parajes de infinita belleza que te sorprenderá en cualquier
época del año, aunque yo prefiero en el frío invierno o la primavera, para
disfrutarlo mejor.
Conoce, descubre y cuida tu tierra.
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