Como
el mortero final de unos fuegos artificiales, que proclama que se acabó el espectáculo,
así anunciaba la otra tarde el volcán de cumbre vieja, su nuevo presagio. La bajada
del tremor y las miradas de recelo, no se hacen amigas aun, este mal nacido “escupefuego”,
nos ha dado señales de su valentía continua, a ver si esta vez se equivoca y
nos aseguramos que se está muriendo sobre su propio vómito.
Tremenda
tronera de valor le ha echado al calendario de actividad, ya se mostró enérgico
desde sus orígenes y las expectativas sobre el, se fueron confirmando día a
día. Casi 90 después su agitado temperamento parece que se lo toma a calma, tal
vez, por que en su odio no hay más gloria que su propio fuego que le quemó en
sus entrañas. Es absurdo y halagüeño pensar en sus registros. En los movimientos
mundiales que ha generado como noticia, como ha vuelto a colocar la isla bonita
en el candelero de las desgracias naturales más expectantes.
Y
mientras, la canalización del dinero para las ayudas sigue en la cola de las actuaciones,
sabido es que lleva un control, pero tanto o más sabido es tan bien, que las
cosas de palacio no pueden ir tan despacio, cuando lo que se lamenta es el vacío
y la soledad de los afectados. El volcán se apaga y se olvidan de las prisas
que ya no tienen, el volcán deja de ser noticia y viene la otra tragedia, la
vuelta a empezar con promesas incumplidas y demagogia de catálogo
Los
responsables para esta tragedia natural, no hacen una hoja de ruta y la
comunican oficialmente a lo pueblos de Las Manchas, para que sepan, cuando
donde y como se hará las compensaciones de justicia social, esperamos esa línea
directa con todos, con los que rezan día a día, para que no se olviden de su
desdicha.
Y
entre tanto vamos enmarcando el recuerdo y la memoria de este desdichado que
trajo desaliento, cuajada de fuego y tormento, que se llevó sueños, e ilusiones,
que barrió las señales de vida en un radio manifiesto, que quitó el sueño e inyectó
miedo en el pueblo humilde. Que quemó, azotó, destrozó, calcinó a su paso todo contacto
con sus tentáculos
Esta
pesadilla con estruendo comienza a remitir, suenan los despertadores del sueño,
para ir despertándonos a otra realidad, a vivir sin su martirio, a recuperar la
sintonía a colorear el negro del valle, a dejar que se enfrié su colada, que
sus grietas se solidifiquen haciendo esculturas sobre la piedra del fuego,
caprichos del viento y las corrientes, como un enorme cuadro abstracto y tridimensional
que busca estampar su sello de impacto visual en un terreno sensible a las
miradas.
Todo
se andará, en el tiempo, en la cicatriz de la herida, y en cuantas promesas de
fe hayamos realizado a los dioses. Así es la vida, querido Adelto, pensando
siempre en tu suerte y esta página de la historia que recordará que fuimos
testigos directos del furor indomable de la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario