Tras la ventana, el verde acolchado enmoqueta Las Vegas, tierras de almendreros empiezan a puntear sus pinceles en el mosaico de las laderas. Arriba en las crestas del Piquillo, un lamento, el viento agita el pinar, buscando el consuelo de nubes que no vuelven.. El maldito anticiclón es una barrera invisible de calor del continente africano que respira en el Atlántico, buscando escapar de las tierras sedientas y forman fortín que separa las borrascas que bajan por el pasillo de Azores y Madeira y se detienen frente al archipiélago Canario
Esto vuelve loca a la naturaleza que tan solo consuela las caricias del Alisio que tranquilizan su bienestar. Las estaciones se agitan y sus ciclos de evolución aceleran sus condiciones cambiando y alterando los colores y frutos de una primavera larga y caprichosa
Canarias tierra cálida, Canarias primavera constante, Canarias paraíso de belleza Sin igual.
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