Sabido es, que ante lo impávido e impertérrito se muestra la aplastante conducta como la mira de la ideología más extraña. El comportamiento humano ante la naturaleza de designios a veces inalcanzables. Se limita y enreda a una expresión de laboriosa identidad absurda. Si además son cargos públicos y poseen el aplauso encapsulado de sus benefactores, están sujetos a lapidación por sacrificio de tantos errores. Esto en las sociedades antiguas eran penas capitales y podían llegar a la crucifixión, o la horca. En la edad contemporánea de la era digital, querrán demostrar que son errores temporales administrados por un mal sistema automático de tiempo y actualizaciones. Sin actuaciones ejemplares de poder jurídico, y tan solo el castigo subversivo a la ignominia para la población, ala que se considera inferior. -el pueblo desvaría y olvida pronto los malestares, vuelven a pagar los descaros irresistibles de sus detractores-. ¿Es que no existe una tabla de objetivos y compromisos políticos, más allá de la burocracia? Es que estamos condenados a pagar los errores constantes y advertidos a la incapacidad administrativa por las malas gestiones. En que barco partió la decencia, con que argumentos nos quieren seguir demostrando sus impropias y lamentables actuaciones. Todo este castillo de sucesos, se ha convertido en un pagano sin recursos. -La nota más baja de la clase para un municipio, que debiera ser ejemplo, por cercanía y ruralidad- Bueno, algunos confirmaran que al menos goza de la tradición de sus fiestas como valor endémico para pagar el triste silencio de los corderos.
Nos
tememos que en la arqueología municipal de estas latitudes comienza una cuenta atrás
desastrosa, con más encuentros y revelaciones, con más mortajas y entuertos,
que salpicarán con caldo de cultivo la ciénega de las desgracias. No podemos bajar
la guardia ante un montón de atropellos y destartalos. Esta fortaleza antigua de
tierra de almendreros de secano, se queda sin agua de riego, Los recursos hidráulicos
son obsoletos y las pocas galerías de las cumbres están manipuladas por
gerencias privadas. Pronto la metáfora del abastecimiento se mostrará en su esplendor
más apocalíptico.
Demandamos
claridad y transparencia. Resoluciones y responsabilidad. Actuaciones sensatas.
No tengan ustedes miedo de dimitir, ganarán en salud emocional. El pueblo sigue
adivinando en su triste descaro los políticos que elige, o le imponen las mayorías.
No vayamos a ser la reserva “Guinness”, de estado de la tradición y
tipificación obsoleta del trágame. -Sacudimos la jerarquía absoluta, para no
dañar, ni empeñar más el futuro- Donde no hay madera, no se puede sacar más serrín,
para las camas de la fiesta. Las malas herencias son problemas burocráticos y detractores
para el mañana, solo se beneficia el estado y la banca y se perjudica los
intereses de los pueblos hipotecando sus malas gestiones, por lastimera actuación
de sus gubernamentales. Ejemplos en la vecindad abundan.
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