Tomas Arteaga nació en Pedro Barbas, un pueblecito "apiñado" con unas pocas casas marineras al este de La isla chinija de la Graciosa.
A los doce años lo echaron de la escuela, por que no habían bancos para sentarse. Ya no querían los niños en el suelo sentados, pudiendo ir a currar, ya un hombrecillo, recuerda con cariño a sus padres que procedían de Orzola y acabaron en la isla cuidando a los abuelos maternos. Su casa y sus que aceres cotidianos lo tenían en la mar pescando todo el año. Cuando llegaban a tierra, subían el camino del risco de Famara, hasta la degollada donde les esperaban los comerciantes con otras especias para hacer el trueque. Bajaban nuevamente cargados a la playa, donde transportaban en barcas, el río a remo hasta Caleta de Cebo.
Curiosamente su padre lo cruzaba en barca, para ir a enamorar al pueblo de Yaiza y a la salida de la tarde, encendían una hoguera, para avisar a su padre que fuera a buscarlo de nuevo. Cada familia conocía la fogata de su hijo y acudían a su búsqueda.
Su madre cargó muchas veces con el al médico de Yaiza. Los enfermos subían el risco de Famara para acudir al médico. Cuando alguien fallecía en aquellas visitas. Los familiares encendían tres fogatas. Una arriba del risco, otra en medio, y otra en la playa. Todos en la isla sabían que había muerto un vecino.
Lo bajaban al entierro y lo llevaban a la isla. Cuyo único cementerio era un corral de Camellos. Tomas es un hombre resuelto, trabajo muchos años en África y entre islas. Actualmente tiene casa en Arrecife y la Graciosa. Donde quieren que lo entierren y que coloquen la bandera izada en el local social. Señal tradicional para avisar que se organiza un baile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario