Las expectativas del Cuéntame Historias Sobre Ruedas, son como las palpitaciones de la ilusión que nos produce celebrarlo. Una mezcla incrédula de energía y sinergia, convicciones extraordinarias y un aval continuo de fe en los proyectos.
Con semejantes credenciales, quién dudaría del tirón espontáneo que produce su llegada anual a nuestro municipio más querido. La historia cuenta como hacer realidad los sueños y escenificarlos sobre el tapiz de un pueblo. Como un grupo de amantes del deporte y la cultura tradicional se empeñan en girar la gran noria del recuerdo, para actualizarla y manifestarla como una necesidad más del futuro y en ella, esa rueda gigante de variedades, contar todas las historias que nos desgrana la memoria. Así cada año regresa lleno de vitalidad el tiovivo, como un viejo circo que nos transporta directamente al sueño
Un otoño largo, sin hojas muertas, donde el sol se niega a dar paso al dueño de la hojas caídas,
Valsequillo amanece después de una tormenta de fuegos atificiales, oliendo a pólvora y a noche de guateque entrañable, texturas de visión para el recuerdo. Y allí a los piés de San Miguel una patrulla de ángeles trabajando para guardar el honor del santo y el sabor tirano del diablo, unos limpian otros ordenan, otros distribuyen los espacios, mientras los apasionados de las tradiciones vienen cargados con momentos mágicos en forma de elementos físicos, unos traen coches, otros motos, otros traen maquetas, unos van con unas bicicletas enormes del ingenio artesano de un guanche, que lo mismo usa caña que latón, PVC, que madera. Se adapta a los tiempos y la materia. Al final le salen obras de arte sobre ruedas, increíbles.
Los chicos del Rallye están como locos de contento, se despiden entre aplausos y concierto de bocinas melódicas, se van a pasar el día buscando puntos como si fuera un partido de baloncesto, pequeños chicos y mayores. Coches antiguos, clásicos y motos, todos regresan cómo los que vuelven a casa de la contienda. Esta vez son recibidos por la movida musical de los sesenta, cientos de floreros ambulantes, plumas y lunares, pelucas hippis. Aplauden y miran tremendo pasacalles de elegancia.
Y cantó el señor del verano en carne hueso, ese que un día, recuerdo bien, me sacó a bailar con la chica más guapa del barrio, mientras soñaba con un escarabajo y un ratito de la radio al sol oyendo canciones románticas.
Y amaneció el Domingo... El pueblo estaba sumido en un sueño de discoteca, en una resaca del copón. Pero allí estaban de nuevo los héroes del Santo Patrón. Los que madrugan por encargo divino para preparar la traca final. Los chicos del "Roque Nublo" son como los enanitos del cuento de Blanca Nieves aparecen en fila cantando a empezar la jornada. "Blancanieves" se llama "Cuéntame" y su misión implacable es satisfacer el bien. Abriendo pasillos de felicidad para que aparquen las carrozas labradas, las berlinas plateadas, los dinosaurios dormidos.
Esta vez y mientras arreglan la vereda que sube al pueblo. Las caravanas son clásicos con radiocasettes, que haciendo fila esperan poder conseguir un hueco en tremenda fiesta de honores.
La feria vintage, trajo distinción, variedad y complemento, trajo alegrías en silencio y una enorme convicción de futuro. El desembalaje está de vuelta, la añoranza que destila el pasado se diversifica en otros santuarios, aquí comienza su andadura de regreso.
El coronel Eladio, si tuvo quien le escribiera... Pepe Morales homenajeó a un grande del circo "Viejas Glorias". Esta vez dejó las Norton en las cocheras y caminó despacio por los campos minados de su memoria. Sus lágrimas de felicidad enjuagó nuestro sincero agradecimiento por compartir esta pasión terrenal de la que sólo somos testigos involucrados del tiempo.
Una tremenda hilera de escarabajos cumpleañeros, de minis encorsetados, y toda la fauna clásica que rodaron por nuestras viejas carreteras. Esta vez lucieron palmito en su feria,
Imposible no arrodillarse delante del "chevrolet Bombero" de Domingo, que hizo el paseo del honor con las chicas guapas de ORG.
Un destacamento de Soldados Airsoft patrullan junto a sus vehículos en la esquina, un pasaje romántico de una postguerra. Salidos de alguna película, enganchan y roban las miradas.
Imposible no soltar exclamaciones y comentarios ante tanta belleza expuesta y es que necesitaremos contar muchas historias sobre ruedas, para que algunos nos vayan entendiendo, de momento nos quedamos con la música que entendemos y los carros de fuego que nos seducen.
Al Ayuntamiento de Valsequillo nuestra gratitud por respetar nuestro trabajo, por apoyar y creer en este proyecto con tanta sintonía. El futuro hablará con aplausos y contará historias sobre ruedas y de aquellos locos en sus viejos cacharros.
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