Nunca es demasiado pronto, nunca es demasiado tarde.. mejor hoy que mañana. Aun intuyo que puede esperar...!! Seguramente se perderan en la entradilla de este relato sin más intención que dejar constancia de nuestros hechos.
El caso es que guardaba como oro en paño. Un recuerdo de mi adolecencia. Y lo guardaba porque pensé que un día, tendría la oportunidad de darle a mi hijo una lección de valor emocional atemporal. Algo así, como cuando el tiempo no cuenta, si no el hecho.. Y que está confeccionado nuestros destinos es cierto..
Para no perderles. Cuando dejé el cascarón de mi casa.. allá en los andurriales de la Gavia y decidí compartir mi vida y mis esfuerzos con la mujer más hermosa del mundo. "Inma" Me traje de mi infancia casi adolescencia un juguete entrañable para mi. Me costó 5.000 pesetas. Y estuve juntando ese dinero mucho tiempo. No había obsesión más grande, ni razón más perfecta. Que embarcarme en cuerpo y alma por conseguir aquel coche teledirigido y revolucionario en los años setenta.. Un BMW 3.0 CSI Nurburgring de Los circuitos de antaño. Estaba tan enamorado de sus colores y líneas que sólo soñaba con poseerlo. Y se me fue la vida y los ahorros de todo un año. Hasta coneguirlo..
Páso la página, para decir que lo guardé, porque algún día tendría que rendir cuentas de tamaño capricho del tiempo y la conservación.. !! Curioso, parece que de alguna manera estamos predestinados á cumplír con nuestros objetivos, principios, destinos. Etc..
El caso es que el finde semana pasado, enmarcado por el décimo aniversario del Cuéntame Historias sobre Ruedas. Saltó la liebre y la ocasión perfecta.Tomando café junto a unos amigos que vinieron ayudarnos con la descarga del material de la fiesta.
Mi hijo Miguel sacó su bici de trialsín que le había regalado para reyes cuando tenía un año. Y se dirigió a la tercera generación de niños VG. Decidió hacer un préstamo en público. De ceder la bici de sus amores con la que aprendió sus primeros equilibrios y piernas en el argot trialero para que Gabriel, Carmen, y Diego se la vayan pasando y aprendan la base del trial.
No sin antes y con atención comentarles el significado emocional que tenía aquella bici Para el que deseaba que volviera á sus manos para su conservación de por vida por ser un regalo especial de niño.. Á la que le tenía especial cariño
Y ahí fué donde premeditadamente y después de 38 años recordé la ocasión, saqué de mi manga aquel BMW 3,0 Que guardaba para la ocasión.. aquel gesto de nobleza y sapiencia que mi hijo me dió fué la señal para rematar y certificar los valores y lealtades de conservar y mimar las historias de tus antepasados. A buen seguro, tanto Miguel como la tercera generación de niños recordarán estos detalles que les alimenta el espíritu y la humildad para ser grandes.
Ante su sorpresa. Le regalé mi primer juguete de niño. De incalculable valor...
Con especial cariño para todos los padres que adoran sus hijos y le enseñan a ver la verdad y el esfuerzo por descubrirla, más allá de sus caprichos..!!
Sean Felices.
El caso es que guardaba como oro en paño. Un recuerdo de mi adolecencia. Y lo guardaba porque pensé que un día, tendría la oportunidad de darle a mi hijo una lección de valor emocional atemporal. Algo así, como cuando el tiempo no cuenta, si no el hecho.. Y que está confeccionado nuestros destinos es cierto..
Para no perderles. Cuando dejé el cascarón de mi casa.. allá en los andurriales de la Gavia y decidí compartir mi vida y mis esfuerzos con la mujer más hermosa del mundo. "Inma" Me traje de mi infancia casi adolescencia un juguete entrañable para mi. Me costó 5.000 pesetas. Y estuve juntando ese dinero mucho tiempo. No había obsesión más grande, ni razón más perfecta. Que embarcarme en cuerpo y alma por conseguir aquel coche teledirigido y revolucionario en los años setenta.. Un BMW 3.0 CSI Nurburgring de Los circuitos de antaño. Estaba tan enamorado de sus colores y líneas que sólo soñaba con poseerlo. Y se me fue la vida y los ahorros de todo un año. Hasta coneguirlo..
Páso la página, para decir que lo guardé, porque algún día tendría que rendir cuentas de tamaño capricho del tiempo y la conservación.. !! Curioso, parece que de alguna manera estamos predestinados á cumplír con nuestros objetivos, principios, destinos. Etc..
El caso es que el finde semana pasado, enmarcado por el décimo aniversario del Cuéntame Historias sobre Ruedas. Saltó la liebre y la ocasión perfecta.Tomando café junto a unos amigos que vinieron ayudarnos con la descarga del material de la fiesta.
Mi hijo Miguel sacó su bici de trialsín que le había regalado para reyes cuando tenía un año. Y se dirigió a la tercera generación de niños VG. Decidió hacer un préstamo en público. De ceder la bici de sus amores con la que aprendió sus primeros equilibrios y piernas en el argot trialero para que Gabriel, Carmen, y Diego se la vayan pasando y aprendan la base del trial.
No sin antes y con atención comentarles el significado emocional que tenía aquella bici Para el que deseaba que volviera á sus manos para su conservación de por vida por ser un regalo especial de niño.. Á la que le tenía especial cariño
Y ahí fué donde premeditadamente y después de 38 años recordé la ocasión, saqué de mi manga aquel BMW 3,0 Que guardaba para la ocasión.. aquel gesto de nobleza y sapiencia que mi hijo me dió fué la señal para rematar y certificar los valores y lealtades de conservar y mimar las historias de tus antepasados. A buen seguro, tanto Miguel como la tercera generación de niños recordarán estos detalles que les alimenta el espíritu y la humildad para ser grandes.
Ante su sorpresa. Le regalé mi primer juguete de niño. De incalculable valor...
Con especial cariño para todos los padres que adoran sus hijos y le enseñan a ver la verdad y el esfuerzo por descubrirla, más allá de sus caprichos..!!
Sean Felices.
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