Ayer Domingo ventoso y extraño desde primera hora el alba nos trajo la danza de
la tormenta,
A traves de la ventana mirando el campo, las cortinas de agua corrían visillos de lluvias empujadas por el viento, el agitar de los árboles y el estruendo del temporal, nos recluyó acurrucarnos en contemplación. A recordar las tormentas de la infancia
Y la lluvia no fué abundante orquestado por el silbido del viento. Los árboles pusieron a prueba su flexibilidad y en nuestra memoria quedó el vendaval. Ese que destroza y vuela. Que revoltoso azota y su fuerza asusta. Pasado el mediodía solo quedó la nieve de hojas de almendrero mojadas sobre la calzada. Dejó de soplar y se hizo la calma
En ese tiempo de azote, la naturaleza nos regaló colores y caprichos, Arco iris soleados que en varios tamaños y formas dejo imágenes de nostalgia y pinceles aplicados.
Ahora refresca y humedece la tierra, vuelve la paz y el sol. Retiran las hojas caídas, los árboles arrancados y regresan las palomas a sus vuelos acrobáticos, ya pasó el batallón del estruendo que agitando su poder sacudió lo que sobraba.
En la caída de la tarde de regreso de un paseo. No había suspiro que movieran ramas, ni sonidos que replicaran fuerzas. Extasiado quedó el vendaval y su voluntad rendida ante la absoluta calma. Ahora toca barrer su ira, limpiar la mirada.
Sean felices..
A traves de la ventana mirando el campo, las cortinas de agua corrían visillos de lluvias empujadas por el viento, el agitar de los árboles y el estruendo del temporal, nos recluyó acurrucarnos en contemplación. A recordar las tormentas de la infancia
Y la lluvia no fué abundante orquestado por el silbido del viento. Los árboles pusieron a prueba su flexibilidad y en nuestra memoria quedó el vendaval. Ese que destroza y vuela. Que revoltoso azota y su fuerza asusta. Pasado el mediodía solo quedó la nieve de hojas de almendrero mojadas sobre la calzada. Dejó de soplar y se hizo la calma
En ese tiempo de azote, la naturaleza nos regaló colores y caprichos, Arco iris soleados que en varios tamaños y formas dejo imágenes de nostalgia y pinceles aplicados.
Ahora refresca y humedece la tierra, vuelve la paz y el sol. Retiran las hojas caídas, los árboles arrancados y regresan las palomas a sus vuelos acrobáticos, ya pasó el batallón del estruendo que agitando su poder sacudió lo que sobraba.
En la caída de la tarde de regreso de un paseo. No había suspiro que movieran ramas, ni sonidos que replicaran fuerzas. Extasiado quedó el vendaval y su voluntad rendida ante la absoluta calma. Ahora toca barrer su ira, limpiar la mirada.
Sean felices..
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