Nunca había dudado tanto para poner un titular a una etapa, la razón principal son las emociones que nos trasmitió el Perito Moreno, Nos puede valer cualquier cosa para el titular: Impresionante¡ Emocionante¡ increíble¡ espectacular. Cualquier adjetivo de grandeza, sobrepasa todas las imaginaciones, y por muchas fotos y vídeos que veas de este glaciar, ninguno se acerca a la realidad de tenerlo en cercanía visual
Calafate, nos enseño la cara nocturna, coincidimos con el otro grupo de doce austriacos que venían con nuestro amigo Roberto el marido de Sonia de moto aventura, ellos están haciendo el mismo viaje que nosotros en sentido contrario. Cenamos en un bonito restaurante con buen servicio, paseando un poco luego, por las concurridas calles, el viento que nos recibió al mediodía de ayer en la llegada, se había calmado, dejando paso a una agradable noche de verano austral.
La etapa la realizamos los dos grupos, manteniendo una hilera de veintiuna motos, cantidad poco vista por aquí, hoy es domingo y calafate como cualquier pueblo de la tierra despierta lento, la ciudad continua dormida, nosotros avanzamos a la península del parque de los glaciares, con el lago argentino a la derecha y las grandes montañas nevadas a la izquierda. Es un paisaje escondido, que nos va enfriando. La sensación térmica va creciendo y el termómetro de la moto, baja un grado cada dos kilómetros.
Empiezan los bosques helados y la llovizna, la calzada de hormigón mojado, nos da un poco de recelo y afinamos el tacto bajando la velocidad por el respeto al desliz. Un lateral del arco iris se clava en el lago, perdiendo su arco en la montaña, el contraste de luz nos invita a parar y hacer las primeras fotos. La carretera sinuosa, y de vegetación nos prepara en cada curva a la visión del Glaciar, su cercanía es avisada por témpanos flotando que se han ido a descongelar por el lago