Deja que suelte la palabra, que labre el pensamiento en un caudal de lectura e inspiración, la suerte de tener el mecanismo que elabora el tejido literario para disfrute del pensamiento activo. Soñar y contar los sueños, vivir y contar la vida desde la observación y las perspectivas. Es la melodía de la lectura quien lleva en volandas la suerte del encuentro. la filosofía de una vida buscando la plenitud a través de jugar con las letras y los mensajes encriptados que desvelan belleza literaria

jueves, 23 de julio de 2020

LA PANDEMIA DE 1900



Leonor Tejera. Nació en 1900. Entre tierras de San Antonio y las Remudas. En tierras de plataneras

En una de aquellas casas chozas llenas de hermanos y penurias de subsistencia. 

Contaba con catorce años, cuando su madre la mando a Telde a llevar unos recados a sus tíos

Ella era una niña alegre, curiosa Llena de vida, Voluntariosa, cogió el camino las acequias, ese que sube por el Hornillo y el Tanque la cuchara

Con el recado cumplido, volvió por San Juan, por que siempre había gente y mercadeos  y eso le alegraba su curiosidad del mundo

Entonces descubrió una gran cola de gente, Que cruzaba la calle y se adentraba en la plaza, No lo dudó.  Pues antiguamente, una cola significaba que te iban a dar algo. Efectivamente.

Cuando llegó, Su turno, ni le preguntaron, Le subieron la manga de la camisa. Y le pusieron una vacuna, A fuego como quien herraba a los caballos.

Sintió mucho dolor y miedo, dolor por que no sabía que significaba y miedo por que cuando se enterara su madre, le iba a reprender duramente

Ella, en el regreso a casa se tapó su dolor y huella e intento que nadie. Se enterara  de su desgracia

Ocurrió que a los pocos días empezaron a caer malos todos sus hermanos, con fiebres altas y convulsiones

Su madre desesperada solo tenía una ayudante que era Nora. Guisando aguas curativas, poniendo cataplasmas, 10 Hermanos cayeron contagiados de una potente pandemia, y que no recuerdo el nombre y que se llevó por delante a dos de ellos

tres semanas después, que estaba remitiendo las fiebres su madre destrozada por el sobre esfuerzo,  Llamó a Leonor. Y tú mi niña. Como es que no has caído y has sido el Angel. Que me ha ayudado. A soportar este castigo..

Y viendo a su madre desconsolada. Agradeciendo el milagro de su Angel

Le contó la historia y le enseñó la huella de la vacuna
Su madre. Sólo dijo. 
Gracias mi niña. Gracias a Dios...!!

Leonor Tejera Santana nació en 1900 y murió en el umbral del año 2000. Era mi abuela. Mamá Nora.

Gracias.. por contarme tan maravillosa historia de tu niñez..

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